One Short - 3x Días

34 Muerte de amor

En el mundo de las maldiciones y los hechiceros, Gojo Satoru y Yuji Itadori compartían un vínculo que trascendía la amistad y el deber. Su relación era una mezcla de respeto mutuo, admiración y algo más profundo que ninguno de ellos se atrevía a nombrar.

El día que la tragedia llegó, la batalla contra una poderosa maldición llevó a Yuji a un lugar peligroso, y Gojo, con su corazón pesado, se preparó para la posibilidad de perderlo. Durante la confrontación, los dos se enfrentaron a un enemigo implacable que parecía ser el fin de su viaje juntos.

Yuji, con su valentía inquebrantable, luchó ferozmente, pero una herida mortal lo dejó al borde de la vida. Gojo, atrapado entre la impotencia y el dolor, se aferraba a la esperanza de que todo saldría bien. Sin embargo, a medida que la batalla se volvía más feroz, el destino comenzó a tomar su curso.

Cuando la situación se volvió desesperada, Gojo se acercó a Yuji y le susurró al oído, con el corazón desgarrado y la voz temblando:

"Cuando te vayas, no puedo quedarme sin ti,
tú eres mi vida, mi razón de existir."

Yuji, con los ojos cerrados y el aliento débil, miró a Gojo con amor y tristeza. Sus palabras eran un eco de la canción "Muerte de Amor", una melodía que hablaba de la pérdida y el dolor de amar profundamente.

"Si mi vida se acaba en esta batalla,
quiero que sepas que te amé con todo."

Con cada palabra, Gojo sentía cómo la realidad se desmoronaba a su alrededor. La canción resonaba en su mente, la letra que parecía describir su situación con una precisión dolorosa:

"Y si muero, que muera mi amor,
pero no mi recuerdo."

Finalmente, el enemigo fue derrotado, pero el precio fue alto. Yuji, con una sonrisa triste, murió en los brazos de Gojo. La escena fue un cuadro de dolor y amor eterno, un recuerdo imborrable para el hechicero que había perdido a su amado.

Gojo, devastado, se aferró a la canción y al recuerdo de Yuji. Cada nota de "Muerte de Amor" le recordaba el profundo amor que compartían y el sacrificio que Yuji había hecho. Su amor seguía vivo en cada rincón de su ser, y aunque Yuji ya no estaba físicamente presente, su espíritu y su amor continuaban guiándolo.

En su tristeza, Gojo encontró una forma de honrar el legado de Yuji. Luchó con una determinación renovada, no solo por el mundo, sino también por el amor que habían compartido. En cada batalla y en cada momento de calma, el eco de la canción y el recuerdo de Yuji eran su guía y su fuerza.

La historia de Gojo y Yuji se convirtió en una leyenda entre los hechiceros, una historia de amor que, incluso en la muerte, no conocía el olvido.