Sunghoon había vuelto a su despacho después de otro caso irregular muy molesto.
Se trataba de una chica con cáncer de mama que negaba la existencia de este y se rehusaba a ser tratada en el hospital. Su negacionismo acabó con ella, y lo peor fue cuándo maldijo a Sunghoon de todas las maneras posibles cuándo vio que había muerto. Tuvo los santos cojones de culparlo a él de todo, y fue tan molesta que Sunghoon casi usó sus poderes para que su alma entrara a la puerta.
Los mortales son cada vez peores, ugh... Se sentó en su asiento para poder escribir el informe con tranquilidad.
"Kwon Eunbi (24), fallecida por cáncer de mama sin tratamiento médico. Su alma fue llev-" dejó de escribir cuando alguien abrió la puerta con fuerza, causando un fuerte sonido que retumbó por todo el lugar.
Mireuk entró al despacho como si fuera el suyo propio y abrió los brazos mientras caminaba hacia el peliblanco.
— Sunghoon~ — Canturreó a punto de darle un abrazo, pero el mencionado se levantó del asiento para esquivarlo.
— ¿Quién diablos te dio permiso para entrar?
— Oh, vamos, no seas frío conmigo, si somos amigos.
— ¡Jay!
El pelinegro entró apresuradamente. — Lo siento señor Yeomna, intenté detenerlo, pero me engañó con sus sucios trucos.
El peliblanco frunció el ceño. — Sunoo, sabes que debes avisar con antelación antes de venir.
— Lo siento~, es que me enteré de que llevaste el alma de un perro y me dio curiosidad, hacía tiempo que no te encargabas de un animal.
— Simplemente surgió, murió junto a uno de los sujetos que debía tratar, ya que lo tenía justo ahí no me importó llevarlo.
— ¿Entonces ya ablandaste ese frío corazoncito tuyo y empezarás a tratar también con animales?
— No. Jay, acompaña al dios Mireuk a la salida. — El mencionado se acercó a Sunoo.
—¡No, no, espera, vine por trabajo!
— Pues empieza por ahí, idiota, ¿de qué se trata esta vez?
— Verás... Es un caso complicado. — Sunoo hizo aparecer una carpeta y se la entregó a Sunghoon para que pudiera ver el contenido. — Se trataba de una muerte premonitoria, y varios de tus ayudantes fueron a encargarse, pero el mortal sigue sin morir y se convirtió en un caso irregular.
Sunghoon abrió la carpeta con molestia. — "Yang Jungwon (20), suicidio" — Y soltó un exagerado sonido de frustración al leerlo. Los casos de suicidios eran los peores y más molestos porque tenía que interactuar con el sujeto para que tomara la decisión de vivir o morir, lo cual era un proceso difícil y frustrante que debía hacer rápido para que no se formaran anomalías en el flujo del destino. Después de todo la simple vida o muerte de alguien podría causar un fuerte efecto donde el destino de un gran grupo de mortales podría cambiar drásticamente, de ahí la importancia de finalizar rápidamente los casos irregulares, acaben en muerte o no.
Encima, los sujetos solían contarle toda su vida a Sunghoon, así como hizo el tal Heeseung, pero en estos casos era incluso peor, y con ellos no podría explotar como hizo con anterioridad, debía aguantar pacientemente para terminar su trabajo.
— Por tu cara puedo decir que no te agrada para nada — Soltó Sunoo algo divertido pues le gustaba molestarle.
Ignorando ese comentario, Sunghoon alzó la cabeza. — Jay, estaré ausente durante un tiempo indefinido, encárgate de todo en mi ausencia.
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YEOMNA - SUNGWON
Romansa𝗦𝗨𝗡𝗚𝗪𝗢𝗡 : Park Sunghoon, dios de la muerte, siendo frío y no sintiendo empatía por los humanos y sus almas. Yang Jungwon, un humano que le hará cambiar esa visión. © adaptación autorizada, todos sus respectivos créditos a tddiih. Prohibida la...