Capítulo 10: En paralelo

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En Ciudad Luz, Ónix está haciendo un “intercambio de habilidades” con Casper Umbría, al ambos ser “El Bailarín Sangriento” de su respectiva familia, compiten para ver quién es más hábil

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En Ciudad Luz, Ónix está haciendo un “intercambio de habilidades” con Casper Umbría, al ambos ser “El Bailarín Sangriento” de su respectiva familia, compiten para ver quién es más hábil.

Casper le presta algunas de sus armas para demostrar su técnica; el mayor es muy bueno esquivando, mostrando una destreza, agilidad y flexibilidad dignas de un gimnasta, además, su uso de la magia le permite manipular varias armas al mismo tiempo, pero vencer a Ónix no es fácil, el chico tiene como ventaja su juventud, pero defiende muy bien el apodo de “bailarín” al dar saltos, vueltas y giros magistrales con los que aprovecha para agarrar las armas que le llueven o patearlas de regreso a su interlocutor.

En un momento del combate improvisado, Casper dispara distintos tipos de armas de filo hacia el muchacho, el cual las esquiva casi todas con soltura; por agacharse a tomar una cuchilla por el mango, una daga le roza la oreja derecha, llevándose un pedazo de su carne, pero responde rápidamente tomando dos empuñaduras, girando una en su mano y pateando la otra, haciendo que un cuchillo de cocina se clave a milímetros de la mejilla del hombre para después abalanzarse sobre él, cuchillo en mano, apuntando directo en su cuello y rozando el filo contra su piel pero sin hacer presión.

Casper levanta la barbilla y sube las manos en señal de rendición haciendo que Ónix sonría antes de llevarse la mano a la oreja que le está sangrando.

—Es la primera vez en diez años que alguien consigue herirme con mis propias armas —exclama apretando su carne con sus dedos.

—Necesitabas enfrentar a alguien a tu nivel —responde Casper bromista mientras Myling se acerca a ellos con una gasa—. Pero eres muy bueno, en definitiva.

—Gracias.

—Ten, ponte esto y vamos adentro a lavarte —exhala Myling al llegar a su lado pasándole la venda.

—Gracias, My —contesta Onix haciendo presión con el objeto mientras sigue a la chica al interior de la mansión de los Mysterious.

Myling lo ayuda a enjuagarse y después, con un poco de magia de su varita, le cierra la herida para garantizar que no le sangre.

—Por detalles como este, debo admitir que me agrada bastante Ciudad Luz —comenta Ónix tocando su nueva cicatriz.

—Ojalá estos detalles hubieran sido suficiente para mantener a mi hermano aquí —repone Myling un tanto decepcionada antes de recibir un abrazo del pelinegro.

—Lo traeremos de vuelta, Myling, lo prometo —afirma el chico con una sonrisa tranquilizadora—. Además mira, salvo un par de heridas accidentales que le he causado, tu hermano está a salvo.

—Gracias por el consuelo, Ónix —replica la chica devolviendo el abrazo antes de continuar su camino por la mansión.

Tras unos cuantos pasos se escucha un silbido rompiendo el aire, ambos mellizos se detienen frunciendo el ceño buscando el origen del sonido; ninguno nota la bala de plata calibre .357 hasta que esta impacta contra el tobillo derecho del chico, arrancándole un grito de dolor.

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⏰ Última actualización: Jul 23 ⏰

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