Eres Tu Lo Que Yo Deseo

Capítulo 3: La Red de Mentiras

El equipo del CBI estaba decidido a resolver el caso de Amanda Collins. Con la lista de nombres proporcionada por Richard Benson, sabían que estaban en el umbral de descubrir la verdad. Jane y Lisbon, más unidos que nunca, lideraban la investigación con una determinación renovada.

En el CBI

Lisbon y Jane repasaban la lista de nombres mientras el equipo se preparaba para las próximas entrevistas.

- Tenemos que ser cuidadosos. Estas personas son peligrosas y están involucradas en actividades ilegales -dijo Lisbon, mirando a Jane.

- Lo sé, pero también sabemos que se protegen entre ellos. Necesitamos encontrar al eslabón más débil -respondió Jane, con su característico tono tranquilo.

Cho y Rigsby entraron en la sala de reuniones con información actualizada.

- Hemos investigado a los nombres de la lista. Hay uno que destaca: Victor Hale. Tiene un largo historial criminal, y parece ser el líder de este grupo -informó Cho.

- Entonces, Hale es nuestro objetivo principal. Necesitamos encontrar una manera de acercarnos a él sin levantar sospechas -dijo Lisbon.

Jane sonrió, ya planeando su próximo movimiento.

- Déjenmelo a mí. Creo que tengo una idea.

Encuentro con Victor Hale

Jane y Lisbon, disfrazados como posibles socios comerciales interesados en una nueva empresa ilegal, organizaron una reunión con Victor Hale en un club exclusivo de la ciudad. Cho y Rigsby estaban cerca, listos para intervenir si las cosas se ponían feas.

Victor Hale, un hombre de mediana edad con una apariencia dura, los recibió en una mesa privada.

- ¿Así que están interesados en hacer negocios? -preguntó Hale, con una mirada sospechosa.

Jane sonrió y asintió.

- Así es, Victor. Hemos oído mucho sobre tus operaciones y creemos que podríamos ser una valiosa adición a tu equipo.

Lisbon, manteniendo la compostura, agregó:

- Estamos buscando una sociedad beneficiosa para ambas partes. Pero necesitamos saber que podemos confiar en ti.

Hale los observó detenidamente, evaluando cada palabra.

- La confianza es esencial en este negocio. Pero primero, necesito saber por qué debería confiar en ustedes.

Jane se inclinó hacia adelante, con un brillo en los ojos.

- Porque sabemos mucho sobre tus operaciones, Victor. Y también sabemos lo que le pasó a Amanda Collins.

Hale se tensó al escuchar el nombre de Amanda, pero trató de mantener la calma.

- No sé de qué están hablando.

Jane sonrió, sabiendo que había tocado un punto sensible.

- Claro que lo sabes, Victor. Amanda estaba investigando tus operaciones, y tú no podías permitir que eso saliera a la luz. Pero cometiste un error al confiar en las personas equivocadas.

Hale miró a Jane con furia contenida.

- ¿Qué quieres?

- Queremos justicia para Amanda. Y queremos que nos cuentes todo sobre tu operación. Si cooperas, podríamos hacer que las cosas sean más fáciles para ti -dijo Jane, sin perder la calma.

Hale sabía que estaba atrapado. Miró a su alrededor, asegurándose de que no hubiera más oídos indiscretos.

- Está bien. Amanda descubrió demasiado. Sabía que si hablaba, todo se vendría abajo. Así que tuvimos que deshacernos de ella.

Lisbon, con la grabadora encendida en su bolso, capturó cada palabra.

- ¿Quién estuvo involucrado en su muerte? -preguntó Lisbon, presionando a Hale.

- Richard Benson la estaba ayudando, pero fue alguien más quien ejecutó el trabajo. Un hombre llamado Jake Turner. Él se encargó de todo.

Jane y Lisbon intercambiaron una mirada, sabiendo que estaban un paso más cerca de resolver el caso.

- Gracias, Victor. Esto es todo lo que necesitábamos -dijo Jane, levantándose de la mesa.

En ese momento, Cho y Rigsby entraron al club, arrestando a Hale por su confesión.

De vuelta en el CBI

Con Hale y Turner bajo custodia, el caso de Amanda Collins se resolvió. El equipo del CBI estaba aliviado, sabiendo que habían hecho justicia para Amanda.

Jane y Lisbon, en la oficina de esta última, compartieron un momento de reflexión.

- Lo logramos, Jane. Hicimos justicia para Amanda -dijo Lisbon, sonriendo.

- Sí, lo hicimos. Y lo hicimos juntos -respondió Jane, acercándose a ella.

Lisbon tomó la mano de Jane, mirándolo a los ojos.

- Y seguiremos haciéndolo. Pase lo que pase.

Jane sonrió, sabiendo que, aunque el camino había sido difícil, siempre podrían contar el uno con el otro.

- Te amo, Teresa.

Lisbon sonrió, con los ojos llenos de emoción.

- Yo también te amo, Patrick.

Y con eso, sabían que no importaba qué desafíos enfrentarían en el futuro, siempre tendrían una constante en sus vidas: su amor y dedicación mutua.
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