Después de eso lleve a TaeHyung justo a su amigo, no recuerdo su nombre pero fue el que llego preguntando por el y al mismo que reconocí siemore estaba a su lado. Se lo llevo y prometió llevarlo a casa.
Yo por mi parte solo estaba un poco mareado pero decidí subir a mi habitación. Le dije a Namjoon qué se encargará de lo demás y me fui.
Estaba cansado y aturdido por todo lo poco que acaba de pasar pero que a la vez es demasíado para procesar. Es la misma cuestion qué me lleva a preguntar, una y otra vez lo mismo que ronda en mi mente.
¿Estas dispuesto a intentarlo?
— Has pasado por mucho, sé que tienes miedo y lo en
tiendo pero estas lastimando a TaeHyung. Esto lejos de ayudarlo lo lastima, no debes hacerlo.
Debes parar.Dije como un loco, hablando conmigo mismo y por fin diciendo lo que siento porque amo a TaeHyung, o al menos se que me gusta pero también soy consiente de la razón por la que no puedo, algo me retiene.
Tengo miedo a la infidelidad.
No es un simple miedo sino uno que supera la ficción y los límites de la normalidad, porque hace que solo imaginar tal cosa sea un dolor que me carcome cada celula. La sola idea de amar a alguien, confiar en el para cuidar mi corazón y ser engañado crea el sentimiento de opresión. No me han engañado, no soy nada de nadie pero la idea hace que se sienta real. El dolor tan característico del terror me calienta los músculos, recorriendo mis músculos como un virus y formandolos tan tensos.
Cierro los ojos con fuerza y aprieto el lugar de mi camisa que cubre mi corazón. Esa parte que duele desde el fondo de mi alma y que me hace jadear de dolor. El mismo que crea nudos en mi garganta y la incapacidad de respirar. Un dolor tan difícil de llevar porque duele desde el fondo como si te quemaran por dentro..
¿Quieres saber la razón del porqué no lo he aceptado? ¿Por que no he corrido a sus brazos a pesar de que me gusta? Es eso, el miedo a salir herido.
El miedo que me provoca amarlo con locura y que el se aburra y corra a los brazos de alguien más.
— No puedes seguir evadiendolo — dije entre jadeos, apretando el puño en la tela cuando el dolor aumentó.
Esta no era la primera vez que sentía esto, por ello nunca intente algo, siempre huia y nunca dejaba que nadie me alcanzará. Probablemente seguiría haciéndolo sino fuera porque este chico realmente me hace dudar y comenzar a tener esperanza.
Me hace añorar cosas que no debería, porque quiero estar con el, confiar en el. Ser yo el provocador de sus sonrisas y el dueño de sus sueños. Quiero todo de él, quiero su amor y su devoción, quiero su cuerpo y su alma.
Estoy dispuesto a darle todo.
Entonces la razón me recuerda el porqué no puedo y el dolor regresa. No puedo.
No puedo.
Tenía 12 años, yo era algo joven pero a esa edad ya tenía lo suficiente para poder razonar y entender de lo que los adultos hablaban. Ellos pensaban que era ageno a todo pero las paredes tienen oídos, y el silencio e indiferencia son los mejores aliados.
Nunca hablaba pero escuchaba hablar y deducia, siempre deducia. Todo el tiempo, cada hora en cada lugar conectaba los puntos y llegaba a las conclusiones. Mis padres trataban de engañarme burlando mi inteligencia y yo se los permitía, permitía qué pensaran como un cordero fácil de convencer.
Pero ese día lo escuche.
— Suhe, ven por tu madre — dijo una de mis tías al teléfono — tu madre esta como loca aventando todo — dijo entre risas.
Mi madre y mi padre se miraron extrañados, con confusion en sus rostros a la vez que se levantaban del sofá. Llevando a la llamada a otrs parte de la casa pero volvieron anunciando qué saldrían.
Mi hermano Yeonjun confíaba en mi y me contó lo que paso. Encontraron al abuelo siendo infiel a la abuela. Ella entró en crisis y tiró todo a su paso, gritando, maldiciendo y llorando. Mis tíos intentaron pararla pero no pudieron evitar que ella aventara los platos al suelo, estrellandolos en miles de pedazos y dejándolos inservibles.
Esos eran sus preciados platos, los mismos que ella cuidaba y guardaba.
Esto no era otra cosa que un ataque de crisis, quizá uno de ansiedad. No lo sé pero sabía que era normal pero ellos la tacharon de loca. Ella estaba loca.
El tiempo paso y tras unas citas al psicólogo, recomendado por el doctor ella mejoró. Yo no me acerque a nada de allí pero me enteraba a través de las paredes. Escuche la discusión que mis padres precensiaron. Las tontas respuestas de mi abuelo.
"Tu me obligaste a esto"
Le contesto a la mujer que siempre estuvo a su lado, trabajando incansablemente y criando a sus hijos. Aun cuando la maltrato, aún cuando la golpeó, cuando la dejo sola sin apoyo y que aun se quedo con el.
Y ella lo perdono.
Hola!!!Mucho tiempo sin vernos, o bueno escribirnos jaja
Me disculpo por eso, pero también traigo noticias. Estoy acabando con este proyecto y por ello los últimos capítulos serán publicados, me entristece hacerlo pero ese era el fin de esto 🤧. Era una práctica para escribir bien, pues como saben tengo muchas ideas de libros, mismos que comienzo y dejo a medias por ello inicio esto.
Pero viendo que recibió mucho apoyo solo quiero agradecerles mucho, y avisarles que muchos proyectos vienen desde la mitología hasta el omegaverse.
No se olviden de votar, y gracias por leer. ✨ 💮🌹
Posdata : Las imágenes no cargan así que por eso esos separadores tan feos, lo siento.
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¡Alejate, Kim! [HopeV]
Fanfiction- Alejate - fue la primera palabra que escuche de su boca Y también era la misma que seguía escuchando cada vez que intentaba acercarme. El me odiaba, y yo no sabía por qué. Pero lo sigo intentando... porque me gusta. Nunca ha sido mala persona, es...