Reborn At Boot Camp: General, Don't Mess Around! 2

Capítulo 203: Pensando en el futuro

—No se preocupe, estaba con nuestra gente. Volvamos, Sra. Li. Se está haciendo tarde y tenemos que asistir al examen de mañana. —Ye Jian se rió, incluso refrescada por el olor a desinfectante del hospital.

Después de que el padre Gao terminó de explicarle al médico, corrió hacia ellas. —Decana Li, se está haciendo tarde, deje que mi chofer las lleve a las dos.

Era pasado las 1:00 am, y no podía dejar que la niña en que le salvó la vida a su hijo regresara sola.

La decana Li no se negó y el papá de Gao Yiyang se sintió aliviado. Hoy sus ojos se calentaron cuando miró a Ye Jian. —Darle la oportunidad de sobrevivir a otros y ponerte en peligro a ti misma, Ye Jian, quería ofrecerte dinero como muestra de mi gratitud, pero me temo que eso sería insultarte. Pero no puedo descansar bien si no muestro mi gratitud. Compañera de clase Ye Jian, ¿qué dices? ¿Debería ofrecer becas de un millón de dólares a estudiantes de secundaria en situación de pobreza bajo tu nombre?

¡Cien millones de becas...en dólares estadounidenses!

La profesora Li jadeó levemente. Hoy, después de calmarse un poco, sintió la necesidad de tomar otra pastilla para calmar el corazón con sólo pensar en multiplicar esa cantidad por el tipo de cambio actual de ocho.

El tipo de cambio de la moneda en Julio de 1995 era de 1 *por 8,36. Por lo tanto, un millón...era mucho dinero.

Después de hacer cálculos mentales, Ye Jian respondió feliz y con aplomo. —Necesito el dinero. Después de todo, es una cantidad muy atractiva. Sin embargo, creo que en forma de beca sería lo mejor. Muchas gracias por su generosidad, estudiaré mucho para ganarme su beca.

El padre de Gao Yiyang quedó profundamente impresionado por la personalidad sincera y honorable de ella, incluso cuando Ye Jian admitió que necesitaba el dinero.

Se rió y exclamó. —Los hombres mueren por la riqueza y los pájaros mueren por comida. Es una regla invariable. Pero un caballero ama el dinero y lo obtiene apropiadamente. Tú tienes buen carácter y perseverancia. Está bien, te daré una beca aparte. Será tuya si te va bien en los exámenes.

—Piensa demasiado bien de mí. —Ye Jian no esperaba que el padre de Gao Yiyang pensara tan bien de ella. Ella respondió con una sonrisa educada. —Sin embargo, hay muchos estudiantes destacados en nuestro país que abandonaron sus estudios debido a las tasas de matrícula y las cargas familiares. Creo que necesitan la beca mucho más.

El padre de Gao Yiyang se sorprendió de que una niña de 14 años pudiera pensar con tanta atención. Entonces, dijo. —¿Qué te parece? Dentro de este período, organizaré una organización benéfica para proporcionar becas a estudiantes pobres destacados en China. Invitaré a los chinos de ultramar a contribuir al futuro de nuestro país. ¿Qué te parece?

¡Esto fue realmente lo mejor!

El país no sólo necesitaba organizaciones benéficas como ésta, sino también la ayuda de los chinos de ultramar de todo el mundo. Ye Jian extendió las manos como una adulta y dijo sinceramente. —Muchas gracias por su ayuda. Con esto, seguramente más estudiantes volverán a la escuela.

Cuando se tomó una decisión sobre un acontecimiento importante, la Sra. Li se quedó con la mandíbula caída mientras observaba desde un costado todo el tiempo sin decir una palabra.

Poco después, la decana Li y Ye Jian regresaron al hotel solas porque Gao Yiyang todavía estaba bajo el efecto de los tranquilizantes. Por lo tanto, el padre de Gao Yiyang prometió dejarlo en el hotel a las 7:30 am de la mañana siguiente.