Reborn At Boot Camp: General, Don't Mess Around! 2

Capítulo 228: Peor que Ye Jian (Parte I)

—¿Salió Ye Jian a divertirse durante las vacaciones de verano como dijo la señora, o se fue a hacer otras cosas? La respuesta está en este vídeo. Estudiantes, todos ustedes son personas razonables. Invitemos al alcalde de la ciudad, Ye, a la clase para que descubra la verdad junto con nosotros.

Aplausos. ¿Qué clase de aplausos fueron esos? Fueron una bofetada en la cara. Todos los que aplaudían en realidad le estaban dando una bofetada a él.

Ye Zhifan nunca había sufrido una humillación semejante. Sin embargo, tuvo que fingir que no sabía nada y agradeció a los estudiantes. Luego, entró al aula y se sentó junto al secretario Wu.

En el momento en que se sentó, escuchó al secretario decir. —Alcalde Ye, su esposa es un tesoro. La respeto. De verdad.

En comparación con los comentarios sarcásticos que hacía los estudiantes, el secretario Wu estaba a un nivel superior. Ye Zhifan se sintió amargado, pero no pudo decir nada.

Estrechó voluntariamente la mano del secretario. —Lamento que hayas visto esto. —Suspiró. —A mí también me duele la cabeza. —Estrechó la mano del director Chen. —Realmente lo siento. Mi esposa te causó problemas.

—No es la primera vez. Ya me he acostumbrado. Alcalde Ye, siéntese. —Sonrió. Sus palabras hicieron que Ye Zhifan se sintiera incómodo de nuevo. Casi perdió el control de su expresión.

Sun Dongqing estaba muy contenta de ver a su marido. Pensó que él estaba allí para apoyarla.

Pero su marido no la miró, ni siquiera después de que ella le lanzó algunas miradas. Ella comenzó a quejarse en secreto. Al mismo tiempo, se asustó un poco. ¿Había creado problemas otra vez? ¡Ella personalmente vio la chica malvada saliendo con el joven!

Nadie habló. El cielo de Australia apareció en la televisión. Luego se vio el paisaje de Sydney.

Un minuto después la escena cambió y se mostró un autobús que ingresaba al recinto escolar. Algunos estudiantes se bajaron del autobús y, guiados por la maestra, los estudiantes que sólo llevan un estuche de lápices, ingresaron a un aula espaciosa y bien iluminada.

Se mostró un cartel con la palabra en inglés "Olimpiadas de la Ciencia". La traducción al chino estaba escrita en la parte inferior de la pantalla.

No se escuchó ningún comentario. Nadie salió a explicar lo que estaba sucediendo. La pantalla se centró en unos pocos estudiantes. Ye Jian fue el que apareció con más frecuencia.

—Este fue el primer día de la Olimpiada de Ciencias. Nos dieron cinco horas, pero Ye Jian solo utilizó menos de cuatro horas para responder todas las preguntas. Obtuvo la puntuación más alta ese día y ayudó al equipo a obtener un buen resultado.

Gao Yiyang comenzó a explicar. Habló lentamente con su voz ligeramente ronca. No había emoción en su voz, pero los estudiantes aún estaban emocionados.

Después de un rato, empezaron a sonar los aplausos. Cuando empezó a sonar el himno nacional de China en la TV, los aplausos se hicieron más fuertes. Nadie se detuvo, ni siquiera cuando le solía la mano de aplaudir.

—¡Guau, Ye Jian, eres increíble!

—Miren a ese vietnamita. ¡Dios mío, casi lloró! No pudo ganar contra ella, así que lloró. ¡Qué vergüenza!

Se estaba mostrando el concurso de velocidad mental. Ye Jian se paró en el podio y explicó con calma cómo había obtenido su respuesta. Los competidores de los otros países estaban nerviosos y agitados cuando vieron su velocidad para responder.

Al final, ella y otro joven fueron los únicos que compitieron. Se apresuraron a responder las preguntas y todas sus respuestas fueron correctas.