Seraphina se despertó con una energía renovada. El descubrimiento de los diarios de su tía abuela Isabel y la conexión con la historia de Juan habían encendido una chispa en su interior. Decidió que hoy sería un día para explorar más de Santa Esperanza y profundizar en sus propios sentimientos.
Después de un desayuno ligero, Seraphina se dirigió a la playa, deseando sentir la arena bajo sus pies y el aire salado en su rostro. Al llegar, encontró a Thorian trabajando en su barco, "Esperanza". La vista del robusto pescador la hizo sonreír.
—¡Buenos días, Thorian! —saludó Seraphina, acercándose.
Thorian levantó la vista y le devolvió la sonrisa.
—¡Buenos días, Seraphina! ¿Cómo te encuentras hoy?
—Con muchas ganas de seguir descubriendo este lugar. Me preguntaba si podrías mostrarme más del pueblo y quizás contarme más sobre la historia de tu familia y la mía. —dijo ella, con genuino interés.
—Me encantaría. —respondió Thorian, dejando a un lado sus herramientas—. Ven, hay un lugar especial que quiero mostrarte.
Thorian la guió por un sendero que serpenteaba a través de colinas verdes y acantilados con vistas impresionantes al mar. Llegaron a una pequeña capilla antigua, con muros de piedra cubiertos de musgo y un jardín de flores silvestres.
—Esta capilla es un lugar especial para muchas personas del pueblo. Aquí se celebran bodas, bautizos y otros momentos importantes. —explicó Thorian, mientras entraban.
Dentro, el aire era fresco y tranquilo. La luz del sol se filtraba a través de vitrales coloridos, creando un ambiente mágico. Thorian llevó a Seraphina a una pequeña sala detrás del altar, donde había un libro de registros antiguos.
—Aquí están los registros de bodas y nacimientos del pueblo. —dijo Thorian, abriendo el libro con cuidado—. Mira esto.
Seraphina se inclinó y leyó una entrada fechada hace más de cincuenta años. Era el registro del nacimiento de Juan y la mención de Isabel como su madrina.
—Esto es increíble, Thorian. Ver estos registros me hace sentir más conectada con mi familia y con este lugar. —dijo Seraphina, tocando suavemente la página amarillenta.
—La historia de nuestras familias está entrelazada, Seraphina. Creo que hay mucho más que descubrir. —respondió Thorian, mirándola con una intensidad que hizo que su corazón latiera más rápido.
Después de salir de la capilla, Thorian llevó a Seraphina a una colina cercana desde donde se podía ver todo el pueblo y la vasta extensión del océano. Se sentaron en la hierba, disfrutando de la vista y la compañía.
—Thorian, he estado pensando mucho en todo esto. Siento que hay algo aquí para mí, algo que he estado buscando sin darme cuenta. —confesó Seraphina, mirando el horizonte.
—A veces, lo que necesitamos está justo frente a nosotros, esperando a ser descubierto. —respondió Thorian, tomando su mano—. Este lugar, estas historias, pueden ser parte de tu futuro tanto como lo son de tu pasado.
El contacto de su mano fue reconfortante y cargado de significado. Seraphina sintió una conexión profunda y sincera con Thorian, una conexión que iba más allá de las palabras.
De regreso a la casa, Seraphina encontró a Alary esperándola en la puerta. Su asistente y amiga había llegado al pueblo para ayudarla con la herencia y cualquier asunto que surgiera.
—¡Seraphina! Qué bueno verte. —dijo Alary, abrazándola—. ¿Cómo estás?
—Estoy bien, Alary. Hay tantas cosas que contarte. —respondió Seraphina, sonriendo.
Pasaron la tarde poniéndose al día. Seraphina le contó a Alary sobre los diarios de Isabel, la historia de Juan y su creciente conexión con Thorian. Alary escuchó con atención, feliz de ver a su amiga tan apasionada y llena de vida.
—Parece que este lugar te está haciendo mucho bien. —dijo Alary—. ¿Qué piensas hacer ahora?
—Voy a seguir explorando. Siento que hay más cosas por descubrir, y quiero saber todo lo que pueda sobre la historia de mi familia y este pueblo. —respondió Seraphina, decidida.
Esa noche, Seraphina se sintió más conectada con Santa Esperanza y con su propia historia que nunca. Con Thorian y Alary a su lado, sabía que podía enfrentar cualquier desafío y descubrir los secretos que el pasado aún guardaba. Santa Esperanza no solo era un lugar lleno de historia, sino también un lugar de nuevas oportunidades y conexiones profundas.
Seraphina se acostó con una sensación de paz y expectativa, ansiosa por lo que el futuro le depararía en este encantador pueblo costero.
No olviden darle a la estrellita ⭐🥺
Gracias por leerme.
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ENTRE DOS MUNDOS
RomanceCuando Seraphina Martínez, una arquitecta exitosa de 32 años y dedicada a su trabajo, recibe una carta inesperada que le informa sobre una herencia en el pintoresco pueblo costero de Santa Esperanza, su vida se ve obligada a dar un giro inesperado...