love and alcohol

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El amor, ese extraño sentimiento tan misterioso, un fenómeno multifacético que abarca dimensiones emocionales, psicológicas y fisiológicas. Se trata de una fuerza sobrenatural que trasciende la lógica y la razón, una energía primordial que se manifiesta de muchas maneras.

En su manifestación más pura, es un lazo invisible que une corazones, un puente que conecta almas a través de la simple de la existencia. Es la "chispa" o el "click" que enciende el fuego de la compasión y la devoción, un impulso biológico que se infiltra en la química de los neurotransmisores y hormonas, creando una armonía de oxitocina, dopamina y serotonina.

Una melodía que resuena en los rincones más profundos del ser, despertando sueños y anhelos que parecían olvidados, pero sumado a eso, el amor también es una complicada paradoja, una montaña rusa de alegría y sufrimiento. Es la exaltación de los sentidos y, a veces, la fuente de un dolor agudo e intenso, un recordatorio de la fragilidad humana. El amor puede ser la cumbre de la plenitud y la cima del vacío, un viaje a través de paisajes emocionales tan variados como los matices de la gama de infinitos colores.

En el ámbito psicológico, el amor es un espejo que refleja tanto la belleza como las imperfecciones del ser amado. Un proceso de aceptación y crecimiento mutuo, donde cada individuo se ve impulsado a a atravesar sus propias limitaciones. Se convierte así en un catalizador de la evolución personal, una fuerza que, al unir, también libera.

¿Cuál es el fin de amar?

Buscarle el sentido al amor, es como tratar de resolver un examen con los ojos cerrados, no tiene ni pies ni cabeza, no sigue una estructura común y no se deja llevar por ciertas reglas, cada persona ama de una forma diferente, como si fuera un juego sobre quién ama con mayor intensidad y cual es el verdadero propósito de entregarle tantos sentimientos a otra persona.

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Minjeong

Mi corazón latía agitado contra mi pecho, me había encerrado en el baño tan rápido como pude y sentí las lagrimas cayendo por mis mejillas.

No entendía por qué me seguía afectando tanto verla, era una estupidez, yo era tan tonta y débil, al punto de no aguantar las ganas de llorar al tenerla cerca y ver su rostro lleno de una implacable indiferencia al observarme, mi estómago me dolía demasiado.

Se suponía que estaba mejorando, creí que lo estaba sobrellevando bien, pero, sin embargo, seguía sintiendo la misma pena que antes, y esta no cesaba por mucho que tratara de evitarla, pero tampoco era capaz de enfrentar la situación.

Mis manos temblaban, probablemente mi maquillaje ya estaba todo corrido, y mi respiración aún se mantenía errática, no quería que nadie me escuchara en un estado tan miserable, así que hice lo posible para no hacer ruido.

Me abracé a mi misma y traté de respirar, porque aunque suene patético, en realidad, no tengo otra manera de reconfortarme.

Estoy completamente sola, con mi pecho adolorido y sabiendo que debo volver a clases si no quiero más problemas, hablarle a NingNing no es una opción, ya la he molestado demasiado con mi inestabilidad tan frecuente.

Simplemente soy un problema andante sin solución.

Solté un pequeño sollozo ahogado contra la manga de mi abrigo, preparándome mentalmente para volver al salón.

Se notaba que había llorado, pero nadie me prestaría la atención suficiente como para notarlo, y menos si mi cabello tapaba un poco mis ojos.

CONTACTO 0 | WINRINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora