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-¿eh?- miro su teléfono intentando confirmar lo que había leído

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-¿eh?- miro su teléfono intentando confirmar lo que había leído. Hace algunas horas había regresado a su casa después de la fiesta a la que fue con quackity, eran al menos las 12 y estaba alistándose para dormir, cuando escucho su teléfono con aquel característico sonido, el cual solo tenía samuel.

Seguía mirando su teléfono, cuando volvió en si se cuestiono si de verdad valía la pena ir con el

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Seguía mirando su teléfono, cuando volvió en si se cuestiono si de verdad valía la pena ir con el. Quizás hoy si le apetecía algo de sexo ya que mañana volvían a la universidad y necesitaría algo de dopamina qué solo el pelinegro le podía dar.

Envío la ubicación sin ningún mensaje adicional y se empezó a arreglar, alistando una pequeña mochila y llevando algo de dinero en caso de que lo necesitará. Pasado los diez minutos escucho un auto afuera de su casa por lo que con cuidado bajo las escaleras y salió de casa asegurándose de cerrar bien la puerta, hoy realmente debía volver.

Subió al auto negro, ahí estaba el pelinegro con una camisa negra de botones, dos de ellos cerca de su cuello estaban sin abrochar dejando a la vista sus clavículas, un pantalón que se le veía demasiado bien y su cabello bien peinado, oliendo ligeramente a licor y a colonia. -Iremos a mi apartamento- dijo mientras empezaba a conducir, el rubio no dijo ninguna palabra sin embargo empezaba a excitarse al ver al pelinegro conducir con una sola mano, mirando el camino.

Aprovecharía la máximo el camino a casa, al menos tanto como pudiera para molestar al mayor. Humedeció sus labios y con una sonrisa maliciosa bajo su cabeza al regazo del mayor, quien lo miro confundido pero intentaba prestar atención al frente. Las delgadas manos del rubio empezaron a desabrochar el pantalón del mayor, bajo la cremallera y dejo salir la hombría del mayor. Miro a los ojos del mayor y sonrió inocentemente. Masajeo desde la base hasta la punta, dando una lamida desde la base saboreando el falo, acomodándose mejor para meterlo en su boca, bajando hasta que el pene del mayor tocaba su garganta ocasionando algunos reflejos pero solo lo sacaba y tomaba una bocada de aire para después volver a introducirlo en su boca, chupando y masajeando la base para weguir estimulando. El mayor mordió su labio inferior y con la mano que no usaba acariciaba la melena rubia. -Ugh, buen chico...ah- gimió al final debido a que el menor volvió a meter el miembro del mayor en su boca, haciendo movimientos más bruscos, llendo más adentro y durante varios segundos siguió con los movimientos de cabeza, empezando a sentir un sabor salado y espeso. La mano que acariciaba sus rubios cabellos ahora estaba en su nuca ejerciendo presión para que entrará más su pene, el pelinegro estacionó el coche a un lado del camino y se quito el cinturón de seguridad y empezó a embestir la cavidad del menor, buscando el orgasmo.

FRIENDS || [RUBEGETTA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora