FRIENDS || [RUBEGETTA]

15

"¿Cómo comenzó todo esto?"

Tres meses atras...

Era normal sentirse triste y solo después de que tu pareja te dejará...pero ya habían pasado algunos meses desde que Mangel había terminado con el y seguía sintiéndose así.

Tirado en su cama, sin ánimo de salir y mucho menos de ir a una fiesta de la universidad. -Vamos rabis, necesitas salir- le insistió el castaño que se encontraba sentado sobre la cama, peinando sus rubius cabellos intentando que saliera al menos una vez. -No tengo ánimos- dijo intentando volver a dormir, escucho el suspiro pesado de su amigo y sintió un poco de culpa, no era la primera vez que rechazaba invitación de su mejor amigo. Intentando no arrepentirse, se sentó sobre la cama y suspiro -Esta bien pero más vale que me divierta- bromeo, su amigo se sintió feliz y sonrió, abrazandole pues sabía que a su amigo se le dificultaba salir de la cama.

Vistiendo unos pantalones negros pegados a sus piernas, una remera gris y poniendo una cadena con una cruz como dije. Peino su cabello y rocío un poco de perfume sobre algunas partes de su piel blanca. Salió de su habitación encontrándose con su madre que sonrió, lo abrazo y le dio un beso en su cachete -diviertete cariño- dijo y después salió de la habitación.

El camino a la fiesta era tranquilo, era cerca de la casa de luzu, así que cuando acabará o fuera tiempo de irse dormiría con el. Entrando a la fiesta era un lugar bastante grande, repleto de gente. La música sonaba fuerte y había un espectáculo de luces qué entendían y apagaban en diferentes colores y tonos haciéndole sentir un poco mareado en ocasiones. Necesitado de alcohol rápidamente se sirvió algunos tragos, aunque quería olvidar esa noche...rubius es un borracho coqueto.

El pelinegro a un lado de el le miraba de arriba a abajo encarando una ceja, las mejillas rojas, y la mirada relajada indicaba qué ya estaba ebrio o al menos eso le parecía. -Hola- le hablo con una voz bastante suave, el rubio le miró, pero tuvo que levantar la vista pues era un poco más alto que el, inclino su cabeza y encaro una ceja...después relajo sus facciones y le sonrió. -Hola guapo- sonrió mostrando sus oyuelos, mientras giraba su cuerpo hacia el mayor. -Estas ebrio, cariño- acercó su rostro a el suyo y esto le puso nervioso,  intentando alejarse un poco. El pelinegro se separo para no incomodar, sonriendole, -Parece que quieres olvidar- tomo un trago de su vaso, el rubio imito y río un poco -¿me creerías qué termine con mi novio hace 3 meses y aún no lo supero?- dijo sintiéndose humillado y un estúpido. -No te preocupes, no eres el único- dijo mientras le miraba, -¿A ti también te dejaron?- preguntó curioso, tomando otro trago. -Me engaño con un profesor- mostró una sonrisa ladina, el rubio se asombro, -V-vaya eso es...- no supo que decir y el pelinegro río -¿Qué te parece si...- le miró de arriba a abajo mordiéndose el labio, se sintió intimidado, vaya que esos ojos morados tenían una especie de efecto dominando y atrayente, le miraba como si de un animal se tratase, dudando si en cualquier momento se le abalanzaria, un sonrojo aprecio en su rostro, empezando a sentir calor. -Quiero salir de aqui- dijo mientras se acercaba al mayor. -Vamos- seguido tomo su mano y caminaron entre la gente, perdiéndose entre la multitud hasta salir del lugar, subiendo al auto.

Los cristales polarizados no dejaban que la gente mirara, aún con el auto estacionado lejos de la fiesta el rubio sentía que los verían. -Concéntrate en mi, cariño- dijo mientras lamia su cuello, deleitándose por los gemidos del rubio. -Sabes delicioso- seguía probando cada centímetro del rubio, desde sus labios hasta sus pezones. El menor era un mar de gemidos, intentando tapar su boca no quería hacer ruido y que alguien los viera.

-Ugh...- se quejo el menor al sentir que entraba el falo en el, después de haberle preparado el mayor estaba impaciente por probarlo todo. Sonrió y soltó un suspiro profundo cuando su miembro estuvo totalmente adentro, el placer que sentía era inimaginable...El rubio era un deleite, de pies a cabeza quería que fuera de el.

Si no fuera por el volumen de la música dentro de la fiesta, todos podrían escuchar los gemidos del rubio, aunque no quisiera admitirlo en voz alta...el pelinegro era muy bueno en el sexo, sentía que se vendría en cualquier momento. Tenía mucha pena al saber que el mayor le observaba y miraba atento cada una de sus acciones, cuando miraba sus gesto, le daba pena saber que vería su cara cuando se viniera...pero también le excitaba que le mirara de esa forma. Abrazaba al mayor mientras gemia, sintiendo corrientes eléctricas atravez de su cuerpo entero, temblando ligeramente, sintiendo sus piernas cansadas y dolía su estómago, era la primera vez que estaba tan adentro, tocaba su abdomen bajo y podía sentir sobresalir el miembro del pelinegro.

☆☆☆

Usando solamente la camisa de botones del mayor con sus piernas desnudas, sentado sobre el mayor quien le seguía dando besos. -Quiero continuar con esto...- dijo en un susurro cerca de su oído. "¿Continuar?" ¿realmente estaba hablando encerio? ¿continuar de que forma?, no entendía del todo la situación pues aun había alcohol en su organismo. -Ser amigos con derechos- dijo el pelinegro, mirandose dudando si era una buena idea. -Te ayudare a superar a ese bastardo, yo soy mucho mejor que el- apretó sus piernas con sus manos, besando su cuello. Le había encantado el sexo con el pelinegro pero...una relación de ese tipo con alguien que acababa de conocer. Irónico porque ya se habían acostado dentro de su coche. -Esta bien- suspiro, dejando salir un poco su voz cuando el mayor deslizaba sus dedos entre sus piernas. -Me llamo Samuel, un gusto chiqui- se presentó, sonriendole.

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