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En medio de una relación aparentemente perfecta, bella se encuentra atrapada en un torbellino de emociones. Aunque su pareja actual le ofrece estabilidad y cariño, su corazón sigue anclado en el pasado.
Alexander, la persona que una vez...
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Hola, soy Bella. Y esta es mi historia, una historia de amor, pérdida y la lucha constante por olvidar.
Cap 9: s o m b r a s d e l p a s a d o
Las clases continúan, pero el sentimiento de desconexión persiste. Cada día parece desvanecerse en una neblina de actividades escolares y pensamientos desordenados. Me siento atrapada en una rutina que no me permite disfrutar de nada plenamente. Aunque intento concentrarme, siempre hay algo que me distrae.
Hoy, en educación física, jugamos al voleibol. Es un deporte que no me gusta nada, pero no tengo más remedio que participar. El gimnasio estaba lleno de voces y risas, pero yo solo podía pensar en salir de allí lo más rápido posible.
—¡Bella, es tu turno! —gritó el profesor, sacándome de mis pensamientos.
Golpeé la pelota sin mucha convicción y fallé, lo que provocó algunas risas y comentarios entre mis compañeros. Sentí la mirada de Alexander sobre mí, pero no me atreví a levantar la vista. Su presencia siempre me hace sentir vulnerable.
Después de la clase de educación física, volvimos al salón. Sofía y Ona, que habían estado practicando con la escolta, llegaron justo a tiempo para la siguiente clase. Nos sentamos juntas, como siempre, y empezamos a charlar.
—¿Cómo estuvo la práctica? —les pregunté, tratando de parecer interesada.
—Agotadora, pero bien —respondió Sofía, mientras Ona asentía con la cabeza.
—Sí, Alexander está mejorando mucho —añadió Ona, y no pude evitar sentir un pinchazo en el pecho.
Intenté concentrarme en la clase, pero mis pensamientos seguían volviendo a Edric y Alexander. Edric había sido amable conmigo, pero cada vez que Alexander estaba cerca, mi mente se nublaba. ¿Por qué no puedo dejar de pensar en él?
La clase de física pasó sin incidentes mayores. Terminamos de hacer las letras para el cartel de la feria y recogimos todo nuestro desastre antes de salir corriendo a la clase de cívica. La profesora estaba explicando algo sobre la Constitución, pero yo apenas podía concentrarme.
—¿Te pasa algo? —me preguntó Clara en un susurro.
—No, nada —mentí, sonriendo débilmente.
—¿Segura? Pareces distante —insistió.
—Sí, solo cansada —repetí.
Mientras la profesora hablaba, mis pensamientos volaron a los recuerdos de Alexander y Edric. ¿Cómo es posible sentir atracción por alguien mientras estás enamorada de otra persona? Edric es amable y siempre me hace sonreír, pero mi corazón pertenece a Alexander.
Después de la clase, nos dirigimos a la cafetería. Sofía y Benjamin estaban sentados juntos, riendo y bromeando. Me uní a ellos, tratando de apartar mis pensamientos oscuros.
