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En medio de una relación aparentemente perfecta, bella se encuentra atrapada en un torbellino de emociones. Aunque su pareja actual le ofrece estabilidad y cariño, su corazón sigue anclado en el pasado.
Alexander, la persona que una vez...
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Hola, soy Bella. Y esta es mi historia, una historia de amor, pérdida y la lucha constante por olvidar.
Capítulo 6: u n d í a e n e l c i n e
Ayer fue un día especial. Edric y yo fuimos al cine, acompañados por Clara y Kai. Había una mezcla de nervios y emoción en el aire, una sensación que no había experimentado en mucho tiempo.
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Clara y yo habíamos quedado en encontrarnos en un café antes de llegar al cine. Cuando ella llegó, decidimos dar una vuelta y nos metimos en tiendas de ropa, curioseando y probándonos cosas.
- Clara: Mira esta chaqueta, ¿no es genial? - Bella: Sí, totalmente, pero creo que mi presupuesto no lo soportaría.
Mientras estábamos en una de las tiendas, Kai le mandó un mensaje a Clara diciéndole que ya estaba en el café. Clara le respondió que estábamos en una tienda de ropa. Kai, rápido como siempre, contestó:
- Kai: Ok, te veo afuera de esa tienda.
Nosotras estábamos nerviosas por su llegada y seguimos en la tienda como si no lo viéramos, hasta que la mamá de Clara le dijo:
- Mamá de Clara: Clara, te hablan.
Salimos de la tienda y ahí estaban Kai, su mamá y su hermana. Kai nos saludó a ambas chocando su mano con la nuestra, mientras su mamá y su hermana nos saludaron con un abrazo y un beso en la mejilla.
- Kai: ¿Y Edric? - Bella: No sé, no he sabido de él aún.
Subimos hasta el cine, todavía sin señales de Edric. Una vez ahí, fuimos a pedir palomitas y dulces. Mientras esperábamos en la fila, mi teléfono vibró. Era un mensaje de Edric preguntando dónde estábamos.
Nos dirigimos a donde escanean los boletos y, de repente, vi a Edric. Venía algo apresurado, con el pelo un poco alborotado y la respiración agitada. Se acercó a mi mamá, que estaba cargando una charola con las palomitas y los refrescos.
- Edric:Hola, señora. - Mi mamá: Hola, Edric. ¿Podrías...?
Mi mamá lo vio con una expresión chistosa cuando él le extendió la mano. Con la charola en sus manos, no podía saludarlo adecuadamente, así que simplemente asintió y evitó mi mirada nervioso.
- Edric: Lo siento, no pensé en eso.
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Entramos al cine y, tras comprar las entradas, buscamos nuestros asientos. Clara y Kai se sentaron juntos, mientras que Edric y yo ocupamos los asientos al lado. Había una ligera incomodidad, ninguno de los dos sabía exactamente qué decir. Nos dispusimos a ver la película en silencio, compartiendo ese espacio sin necesidad de palabras. * Bella: ¿Quieres palomitas? Le ofrecí el balde, pero Edric negó con la cabeza. * Edric: No, gracias. Más tarde, necesité abrir mi botella de agua, pero la tapa estaba demasiado ajustada. Miré a Edric y le pedí ayuda. * Bella: ¿Podrías abrir esto por mí? Edric tomó la botella y, con un giro rápido, la abrió. Me la devolvió con una sonrisa, y aunque era un gesto pequeño, me hizo sentir una calidez especial.
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Después de la función, los cuatro nos dirigimos a los baños. Clara y yo salimos primero, y ellos ya estaban esperando afuera.
- Kai:Bueno, me tengo que ir. Nos vemos luego. - Bella:Cuídate, Kai. - **Clara:** Nos vemos.
Nos despedimos de Kai, su mamá y su hermana. Ahora quedábamos solo Edric, Clara y yo. Caminábamos por la plaza y, de repente, Clara se cambiaba de lugar, dejándome a lado de Edric. Era incómodo porque los dos somos muy introvertidos cuando estamos juntos.
- Clara (en susurros a Bella):Aprovecha el momento. - Bella (en susurros):No es tan fácil...
Continuamos caminando y entramos a una tienda de peluches. Clara y yo decidimos comprar unos peluchitos. Edric me ayudó a elegir el mío y, en un impulso, se lo di para que se lo llevara.
- Bella:Quédatelo, como un recuerdo de hoy. - Edric: ¿Estás segura? - Bella:Sí, claro. Me gusta pensar que tendrás algo para recordar este día.
Edric sonrió y aceptó el peluche, guardándolo cuidadosamente en su mochila. Clara también se despidió, dejándonos a Edric, mi mamá y a mí solos. Estábamos en una plaza que tenía sus departamentos. Nada más había que bajar unas escaleras eléctricas y Edric ya continuaba su camino a su departamento.
- Mi mamá: ¿Quieres que te acerquemos? - Edric:Ah, no sé...
Yo solo hacía señas con la cabeza para que dijera que sí. Finalmente, Edric aceptó. Nos dirigimos hacia las escaleras eléctricas, y mientras bajábamos, él me puso el pie juguetonamente, algo que no hacía desde hacía mucho tiempo. Bajamos las escaleras riendo un poco, y llegó el momento de despedirse.
- Mi mamá:Ya, despídete.
Edric se acercó a mi mamá, dándole un abrazo y un beso en la mejilla. Pensé que no haría lo mismo conmigo, ya que usualmente se despide con un simple saludo de mano. Pero para mi sorpresa, Edric se acercó y me abrazó también. En ese instante, sentí su calidez y su cercanía. Aspiré su olor y, sin pensarlo mucho, froté mi mano en su espalda. Era un gesto simple, pero cargado de significado.
Nos separamos, y mientras lo veía alejarse, sentí una mezcla de alegría y esperanza. Quizás, este día en el cine había sido un pequeño paso hacia algo más. Un puente entre la distancia que siempre había sentido y la posibilidad de un futuro juntos.
Querido diario, hoy fue un día especial. Un día en el que sentí que, tal vez, las barreras que nos separan a Edric y a mí pueden ser superadas. Solo espero tener el valor de seguir adelante, de enfrentar mis miedos y mi orgullo, y de permitir que algo hermoso florezca entre nosotros.
