Indeseado Como Deseado

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Los deseos del omega de jamás volver a encontrarse con aquel desconocido no fueron escuchados, aquel mismo hombre del teatro, Louis lo encontró días después en la oficina de su marido.

El Alfa al percatarse de la presencia de Louis, sonrió complacido, se levantó de su asiento, se presentó con el nombre Lestat de Lioncourt. Inclinándose levemente Lestat tomó la mano de Louis con delicadeza, a la que besó por encima en un saludo. Un cosquilleo paso por la columna de Louis que arrebató su mano. Sintió sus mejillas tibias ante el repentino toque. Louis se cruzó de brazos y miró de manera acusatoria a Daniel que estaba más concentrado leyendo unos papeles en el escritorio.

— Lamento mi imprudencia, es que no pude resistirme ante su belleza, su esposo es un hombre muy afortunado.

En el omega nació un fuerte deseo de tomar el bastón de su marido y golpear al alfa, detesto la manera sincera con la que se expresaba este hombre que no era capaz de guardar su atrevimiento.

— Daniel —.Louis se dirigió a su esposo, que ahora miraba con una ceja levantada sobre el omega.

— Me retiro Daniel, venía avisarte que la cena estaba por ser servida, pero te veo ocupado con nuestro...invitado.

—No te preocupes. Deja terminar de cerrar trato con el señor Lioncourt, no falta mucho.

—Bien—Miró Louis de soslayo al alfa, luego a su marido, al que se le acercó y acarició detrás de la cabeza del anciano al que se inclinó a dar un beso encima de la frente.

Daniel se sobresaltó ante el gesto del omega, el beta estaba expresando en su faz algo de incredulidad con una ceja levantada, hasta que el beta decidió transmitir una suave sonrisa y susurro al oído de su pareja que pronto lo alcanzaría.

— Solamente no me hagas esperar cariño —. Dijo Louis con una voz dulce con una pizca de sensualidad seguido de una voz más seca en la palabra cariño, a la vez dirigiendo sus ojos verdes en advertencia al alfa, mientras seguía acariciando el cabello rizado de su esposo. Esperaba que Alfa entendiera el mensaje, que se dejara de tonterías y desapareciera inmediatamente.

La Resistencia y Negación del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora