El Encuentro en el Bar

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El beta estuvo atento aquella figura de postura rígida, que con un brusco movimiento movió el asiento y se posó sobre este. Daniel observó cómo el desconocido cruzó sus brazos sobre la barra y pidió una botella completa.

Daniel se sintió curioso, un hermoso hombre se había sentado a su lado, al inicio creyo que se trataba de un alfa, pero el aroma que desprendia le delataba como un omega, uno masculino, una curiosidad.Este omega vestia un traje rojo, con delgadas franjas blancas, habia puesto su sombrero a un lado, el que tenia un tulipan amarillo, como se esperaria su ropa cubría su cuello con una prenda oscura, indicando que no estaba casado.

Una mala noche—Expresó el beta, y el omega le volteo a ver, con ese rostro severo, en el que aunque apenas visible había rastros de llanto.

—La primera de muchas—Expresó en un murmullo el omega.

—No ha tenido suerte en el mercado de Novia.

—Disculpe— Louis bajo su cigarrillo y se acercó al hombre arrastrando sus brazos sobre la mesa, observando con cautela al beta de avanzada edad pero a la vez con mirada desafiante.

—Es un omega, con una colorida vestimenta formal, cubre su cuello indicando su soltería, en este momento la única gran fiesta disponible para presumir tan llamativas prendas son los mal llamados bailes de salón para omegas, como dije son un mercado de novia. y he de suponer no ha tenido suerte.

—Mmm—Louis se apartó y relajó sus hombros— lo contrario para mis desgracia

— ¿Quiere hablarlo?

—Genial estoy delante de un pervertido.

—Soy periodista, me importa una buena historia. Dos divorcios, no son buen incentivo de buscar pareja en alguien que le doblo la edad—El beta llevó su trago a sus labios—. Menos una aventura de una noche. No soy un buen partido, soy Daniel Molloy.

Daniel estiró su brazo con la palmas abierta, Louis la contempló unos segundos, no contesto el gesto, sin embargo ofreció su nombre.

—Louis de Pointe Du Lac.

—Una familia criolla acomodada, ya entiendo todo, es raro que los omegas masculino de baja cuna asistan a esos mercados de novia es algo más de ricos eso de vender a sus omegas varones. Debe haber una necesidad que amerita el sacrificio de años siendo la cabeza de la familia a pesar de ser un omega.

—¿Genial, seguro que no es un acosador?—dijo Louis pero con un tono más jovial.

—Tengo buen ojo y atentos oídos, con un poco de atención extra se puede saber muchas cosas, ya que señor Pointe du Lac, usted no es una figura desconocida en Nueva Orleans

—Supongo tiene razón.

—Sumale los años de experiencia de un estupido vejestorio como yo.

Esto sacó una risilla del omega, lo cual maravilló al beta, hizo lucir a Louis con una enternecedora belleza. Aunque impresionado el beta sacudió su cabeza buscando ignorar el atractivo de su acompañante. para Daniel como dijo el mismo es un vejestorio, cualquier insinuación sería peligrosa más para el omega que para él mismo, en opinión del beta ya había arruinado suficientes vidas, así que solamente escucharía.

La Resistencia y Negación del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora