6.

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Tzuyu cumplió su promesa por un mes.

Sinceramente, no era su intención romperla.

Durante un mes entero, había sido más cuidadosa que nunca. Había comprobado dos y tres veces su equipo. Colaboró en las llamadas de radio en lugar de participar en misiones de búsqueda y rescate en las que no se la necesitaba. Se había mantenido alejada del peligro inminente tanto como había podido y había vuelto a casa con Sana todas las noches. Pero, como la mayoría de las cosas en su vida, como la mayoría de los escenarios peligrosos, simplemente sucedió.

Era casi finales de abril y por fin empezaba a hacer calor, el suficiente para que Tzuyu pudiera bajar las ventanillas mientras conducía. Tenía unas cuantas bolsas de compras en la parte trasera de su coche, ya que estaba decidida a preparar una buena cena para su cita con Sana esta noche.
Había estado teniendo problemas para contener las palabras 'te amo' durante las últimas semanas.

Sentía que por fin ambas estaban preparadas. Sentía que Sana estaba preparada para oírlas.

Su corazón estaba alegre, en la radio sonaba R.E.M. y el sol brillaba, lo que mejoraba diez veces su humor.

Pero entonces vio la nube de humo oscuro que se elevaba sobre la parte trasera de una casa y su humor cayó en picada.

En lugar de girar a la izquierda en dirección a su casa, lo hizo a la derecha, para ver mejor la situación y asegurarse de que los bomberos que había abandonado en la estación se ocupaban de la situación.

Sin embargo, en lugar de ver uno de sus camiones de bomberos, todo lo que Tzuyu vio fue a una adolescente, descalza a un lado de la carretera con las manos haciéndole señas para que se detuviera.

Y así lo hizo.

Tzuyu se detuvo y salió del auto; el calor del incendio calentaba el aire a su alrededor.

—Mi hermana, - espetó la adolescente, señalando con el dedo una de las ventanas de la planta superior, donde una chica más joven intentaba abrirla.

— ¿Has llamado al 911? - preguntó Tzuyu, mirando fijamente la casa e intentando averiguar hasta dónde había llegado el fuego en ese momento.

—Sí, ya vienen, - afirmó la niña, aferrándose a su brazo. -La sacarán, ¿verdad?

Ella no podía responder. No podía mentir y decir que salvarían a su hermana. Ni siquiera escuchó una sirena. No los oía llegar, y le preocupaba que en unos minutos fuera demasiado tarde.

Así que rompió su promesa.

Sin equipo, sin lógica, sin pensamiento racional, apartó su brazo de la adolescente, tomó una camiseta de repuesto de su auto y corrió hacia la casa. Se tapó la boca con la camiseta, aunque no le sirvió de mucho, e intentó seguir algún tipo de protocolo.
Palpó el suelo, sin gustarle el calor increíble y sofocante que hacía en la casa sin su equipo.

Pero no tenía tiempo. No había tiempo que perder, no cuando el fuego estaba rozando la barandilla, no cuando probablemente arruinaría las escaleras en cuestión de minutos.

Corrió hasta el segundo piso, chillando ligeramente cuando el fuego se acercó, rozando la parte inferior de sus vaqueros.
Entró en la habitación donde la niña seguía aferrada a la ventana.

-Eh, eh, no pasa nada, - dijo Tzuyu, acercándose a la niña. - ¿Hay alguien más en la casa?

-No, - gimoteó la niña.

—Vale. Salgamos de aquí, ¿de acuerdo? - Preguntó, tratando de mantener la calma.

Volvió al pasillo y miró las escaleras, el fuego era aún peor que cuando había subido corriendo. -Parece que la ventana es nuestra mejor opción, - murmuró Tzuyu, cerrando la puerta del dormitorio y dirigiéndose a la ventana.

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⏰ Última actualización: Jul 24 ⏰

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