Capitulo 2 parte 2

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                   Antes con él.

                         YO

       La clase del profesor Noel parecía no acabar nunca, pero gracias a Dios que llegó a su fin, lo malo fué que no nos permitió llevarnos nuestras casas otra vez, ya que las donaría a la biblioteca. »Ahora yo me pregunto, por qué la biblioteca ahora hace de museo o salón de arte?«.

       »Ya que todas las pinturas, estatuillas, y ese tipo de cosas hechas por diferentes alumnos, las dejan en la biblioteca subterránea de la universidad«.

       Aún que, yo no soy nadie para objetar ese comentario, por otra parte se suponía que la profesora Miki nos entregaría los exámenes, o mejor dicho los planos de una tienda que teníamos que hacer desde cero. Yo hice algo sencillo como una tienda de libros, la hice tanto por fuera como por dentro, y tuve la brillante idea de agregarle color, »Espero que no baje puntos por ello«.

       Después de media hora en el aula llegó el sub director avisando que a la profesora Miki se le accidentó el auto y no podrá venir, me pregunto si estará bien. Las chicas y yo nos subimos al auto de Kathe, »Sí, ella a diferencia de nosotras tres, tiene un auto, el cuál fué un pequeño regalo de parte de su querido hermano, y lo trata como si fuera su bebé«.

        Llegamos a mi humilde morada y solo me dió tiempo de entrar...para caer en el piso.

  —¡Ay!, ¡mamá!.

  —Yo también te extrañé hija, cómo están mis amores.

       Me caí por qué el piso estaba mojado, y por desgracia nadie se apiadó de mí para levantarme, en cambio las chicas se rieron por mi caída, cuánta suerte.

       Dejamos los bolsos en el mueble y nos dirigimos al frente, cómo el clima estaba precioso proseguimos a ejecutar nuestro plan.

  —Quitamos esto, hey Sue, ¿podrías meter esto aquí?. —Le pregunta Marins.

  —¿Estas loca?, eso va a doler. —Afirma sin duda alguna la pobre Sue.

  —A mí no me dolería, después de todo el dolor no lo sentiré yo sino Kathe. —Declara Marins.

  —Perfecto ....si me llegara a doler mucho juro que lo sentirán igual que yo. —Dice Kathe con el ceño fruncido.

  —Lo siento pero ya estoy temblando, hazlo tú Ciel. —Y Sue, sudando cómo una olla, se lo pasa a Ciel.

  —¿Yo?, ¿por qué yo?, ¿si yo soy la que tiene que grabar?. —Mientras que yo le tiro la cosa esa a Marins.

  —Dame esa cámara y toma esto. —Marins me quita la cámara y me lo vuelve a entregar.

  —¿Qué asco?, estás segura que tú madre no lo usó?. —Pregunto mirando el objeto con repugnancia.

  —Claro que lo usó, pero lo lavé con cloro y agua tibia por si acaso.

  —Pero aún siento ese olor...

  —¿Quieren dejar de hablar cómo si estuvieran en una novela porno?, ¿y pintarle terminar de pintarle la uña a Katherine?. —Habla mi madre, a lo que todas nos echamos a reír.

  —Perdone Sr. Winx, es que estás locas están en su momento. -Responde Marins.

  —Y tú no te quedas por fuera, Marins. —Dice mi madre al adentrarse.

  —Bien, a la cuenta de tres. —Digo aguantando la respiración, ya que soy muy sensible a los aromas fuertes, y la pintura de uñas destila una fragancia a flores. —Uno, dos, ...tres.

Concidencias: BeforeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora