~OTTO: NIMBOSTRATUS~☁️

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I giorni by Ludovico Einaudi

"Y a pesar de todo... mi corazón no se ha resignado."

Yokohama, abril de 1909, Primera Bienal de Arte Impresionista

—¡Papi, vamos, llegaremos tarde!¡Quiero ver el gran globo aerostático del que habla Ryu!

Un torbellino de cabellos castaños y grandes ojos azules se precipita por las escaleras en dirección al despacho de una casona en uno de los barrios más selectos de Yokohama. Los cuatro hombres que rodean la mesa de otro de plenos labios y mirada en tonos dorados esbozan una amplia sonrisa.

—Pero miren quién no aprende aún a tocar la puerta. Tan testaruda como su padre.

Un castaño enfundado en un elegante traje de tres piezas azules no duda en tomar a la niña en brazos. Los inocentes ojos de Misora chispean antes de dejarse acomodar por Hoseok.

—Tío Hobi... lo que pasa es que appa me prometió que iríamos hoy. Es el segundo día y van a preparar el globo para dar una vuelta sobre la ciudad ¿Te imaginas?

Otra risa llenó la estancia. Ahora provenía del pelinegro sentado a poca distancia de un enfurruñado Jimin que se esforzaba por firmar los contratos que debían estar listos para esa misma tarde.

—Tú hija es todo un caso. Vamos hombre, que si no la llevas lo haré yo.

—¿Para que la pierdas como aquella vez del festival de verano? Olvídalo Kook, prefiero que vaya Taehyung... es solo unos gramos menos irresponsable que tú.

—¡Oye!

Un energético castaño se quejó haciendo rechinar el mueble en donde estaba sentado antes de dirigirse a Hoseok y jalar cariñosamente una de las coletas de Misora.

Era increíble cómo el tiempo había obrado sobre aquella adorable bebé que aún con cincos años pronunciaba palabras de adultos. Jimin suspiró cuando el último documento de su compañía de arquitectos quedó firmado.

—Listo, enviaré lo demás al señor Nagase y con eso la sucursal de Tokio iniciará en próximos días.

—¿Mantendrás la sede aquí?¿En Yokohama?

Cuestionó Kook señalando el contrato entre sus propios dedos. Jimin asintió antes de encaminarse hacia Hoseok y Tae.

—Naturalmente, mi hogar está aquí. Así que de momento viajaré a Tokio cuando sea solo de rigor. Ahora, tengo una promesa que cumplir.

Resolvió apretando las generosas mejillas de su hija que no dudó en echarle los brazos al cuello. Misora era delgada para su edad y solía usar vestidos con corte marinero. Una costumbre heredada a causa de su madre.

—Por lo visto, ya tienen planes para la tarde y la noche. Permítanme proponer acompañarlos. De todas formas me regreso a Francia mañana.

Afirmó Hoseok sin dejar de reparar en el minutero del reloj dispuesto en el despacho de Park. De esa manera, cuando los tintes del atardecer creaban sombras color rojo vino sobre una airada multitud en el Barrio de los Artistas en Yokohama, un hombre, una niña y otros tres se internaban entre los puestos para apreciar la genial idea de la organización de llevar las manifestaciones artísticas a todo el que se pudiera interesar.

Una feria de arte era un evento revolucionario hasta cierto punto. Jimin había leído que solo en América y en la propia Francia se habían inclinado por aquel derroche. Aunque si era honesto al ciento por ciento, la idea de ofrecer semejante espectáculo lo emocionaba el doble. Como si el niño pequeño que vivía dentro de él compartiera las mismas estrellas de neón que su eufórica hija.

~NUVOLE BIANCHE~ym♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora