𝒩𝓊𝑒𝓈𝓉𝓇𝑜 𝐸𝓃𝓉𝓇𝑒𝓃𝒶𝓂𝒾𝑒𝓃𝓉𝑜

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–Atención! –grito Enzo a sus compañeros, rápidamente todos se juntaron formando un círculo–Nos aseguran que nos darán vacaciones, ¿¿pero ¿¿quiénes irán a jugar golf??

–¡ELLOS! –grito su equipo con ánimo.

–¿¿Quiénes irán de pesca??–grito de igual manera el azabache.

–¡ELLOS! –

–¿¿Quiénes ganarán el campeonato?

–¡ELLOS! –grito Sergio con emoción.

Sus compañeros con caras serías, incluyendo "dibu" que llevó su mano a su frente apenado por la estupidez de su mejor amigo.

–¿Nosotros? –dijo el morocho con vergüenza y confusión, esperando no ser regañado por todos.

–¡NOSOTROS! –gritaron sintiéndose orgullosos y se dispersaron dejando solo al azul.

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Los compañeros de Enzo corrían yardas y daban saltos verticales y de longitud

Franco Armani movía una colcha color rojo que se mantenía de pie, el objetivo era empujarla tan lejos como pudieras, te ayudaba a practicar al momento de empujar a la persona del equipo contrario.

La colocó delante de él y la empujó sin mucha fuerza, llegó donde la pequeña los miraba entrenar.

–Bueno, es tu turno–le habló a la castaña que lo miraba confundida, pero al final se colocó enfrente de la colcha lista para empujarla.

–Está bien! –uso sus manos y empujó, utilizaba su espalda e intentaba moverlo con todo lo que tenía, pero le era imposible, no logro moverlo ni un centímetro.

Bajo su cabeza tristemente y se acercó al hombre algo decepcionada, de verdad quería lograrlo.

–No puedo hacerlo, mis brazos son demasiado débiles–

–Eso no es cierto–se agachó el santafesino hasta estar a la misma altura que la pequeña.

–La fuerza está aquí, tienes que creer en ti misma–señalo su corazón, intentaba animarla y darle esperanzas.

La pequeña levantó su cabeza felizmente, Paulo pinto unas líneas negras en las mejillas de la pequeña, las utilizaban en los juegos, y para darle más ánimo a la pequeña decidieron dibujárselas.

–¿Estas lista Olivia? –pregunto Paulo.

–Estoy lista! –grito con energía y juntaba toda su fuerza empujando la colcha, la colcha se movió de lugar y la castaña no dejaba de empujar, no podía creerlo, realmente la estaba empujando.

De repente pasaron a un lado de donde se encontraba el azabache explicando la futura jugada del equipo.

–¡Enzo!¡lo logre! –empujaba felizmente mientras le gritaba a su padre para obtener su atención.

El azabache volteó y la miro empujar la colcha, le dedicó una sonrisa de felicidad y se volteó de nuevo con sus compañeros, después de dos segundos volvió a mirar a la pequeña empujando a sus compañeros que no lo dejaban ver correctamente.

¿Lo había imaginado o realmente la castaña?...

Dibu y Kun saludaban a Enzo que se encontraban jalando la colcha con unas sogas mientras la pequeña seguía empujando.

Enzo solo se alegró y les dedicó una sonrisa a ambos también, le alegro el gesto que hicieron por su hija.

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⏰ Última actualización: Jul 23 ⏰

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~Entrenando a papá~ {Enzulian}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora