Habían llegado al restaurante, muy lujoso a opinión de Will y ordenaron cada uno su plato, el cual sorprendentemente fue el mismo: fideos con salsa rosa acompañado de un filete rebosado y una pequeña ensalada de rúcula, queso, tomate y albahaca.
—No tengo dinero conmigo ahora para pagar mi cena...
Hannibal lo observó curioso con sus ojos oscuros y profundos, pensaba que el chico era muy tierno y pequeño. Le daban ganas de protegerlo. —Dije que te invitaba, es decir, yo pago.
—¿Seguro? Se lo puedo devolver el lunes, profesor —sugirió mirándolo con sus grandes ojos que parecían de un ciervo.
—No, Will. Yo te invito, no pasa nada.
El pequeño asintió mientras soltaba un leve suspiro y observaba las manos de su profesor, remarcó que no tenía anillo de casado, eso le dio curiosidad.—Disculpe la pregunta pero, ¿Es divorciado?
—No, porque no he tenido esposa —respondió simplemente y esta vez él observó las manos inquietas de su alumno sobre la mesa—. Ahora discúlpame tú Will, pero... ¿Tus padres están separados?
Pudo notar la tensión de su acompañante al hacer un nombramiento que obviamente indicaba que preguntaba sobre su madre.
—Sí, técnicamente... Mamá nos abandonó cuando yo era pequeño, por eso nunca la ve.
—Oh, lo siento.
—No se disculpe profesor. Es algo que ya asimilé y su curiosidad no es mala, todos tenemos curiosidad a veces.Hannibal vio como Will se apagó un poco, suponía que realmente no lo asimiló. Iba a hablar nuevamente para dar una especie de consejo pero la comida llegó.
[...]
Estaban en el auto de Hannibal, a un par de metros de la casa de Will. Durante la cena repasaron de alguna manera lo que vieron en sus clases y luego hablaron de la competencia y de lo que conlleva el patinaje sobre hielo.
El viaje estaba siendo silencioso pero cómodo, Will observaba por la ventana en el asiento del copiloto con total confianza hasta que pudo divisar a Matthew en la acera de enfrente. No estaba solo.
—Frene el auto, por favor.
Hannibal frenó despacio y dirigió su mirada hacia donde estaba la del contrario. Matthew Brown estaba caminando con una chica rubia, tomándola por su pequeña cintura y luego la besó.
—Hijo de puta... —murmuró y se bajó del auto yendo hacia la dupla.
—¡Will!
Hannibal lo llamó pero el otro no le hizo caso y llegó con su pareja y lo empujó contra una pared.
—¿No te había surgido algo en casa?
—Wi...Will —tartamudeó un poco.La tercera persona entre ellos miraba todo un poco divertida, como si fuese algo gracioso.
—No es lo que parece, ¿Si? Ella es mi prima.
—Ah, ¿Y la besas? Claro, todos besamos a nuestros parientes —pronunció enojado, algunas lágrimas se acumulaban en sus ojos. Se sentía totalmente traicionado, y un sentimiento de abandono y reemplazo crecía en él.
—No la besé...
—¡Lo hiciste! Te vi, maldito mentiroso. ¿Por qué lo hiciste?Las primeras lágrimas cayeron y quiso golpear el pecho de Matthew pero sus manos solo se posaron en él mientras las lágrimas seguían cayendo.
—Ay pero por favor, tampoco iba a dirar tanto contigo. Solo era tu novio por lo miserable que es tu vida —dijo la hermosa chica rubia a su costado.Justo en ese momento apareció Hannibal en la escena para llevarse a Will, verlo llorar lo hizo molestarse demasiado. Miró con enojo a Brown.
—Vamos Will... No vale la pena.
—N...No, espera —sorbió su nariz y retrocedió un paso de Matthew—. ¿Es cierto lo que dijo?
—Admito que tu vida me parece una porquería y por eso no podía dejarte, me dabas pena. Pero sí te quería.
Un sollozo se escapó de los labios de Will, no podía hablar y sentía que se quedaba sin aire.
—Jódete, ¿Si? Y jódetela a ella. Terminamos, maldito cobarde.Se fue hacia el auto nuevamente y se sentó mirando al frente con la mirada totalmente perdida.
Antes de irse, Hannibal miró con odio a Matthew, no podía hacer más que eso y volvió con Will.
Arrancó el auto en silencio para llevarlo hasta su casa, solo faltaban cuatrocientos metros, el viaje fue silencioso pero tenso.Cuando llegaron, estacionó el vehículo y se quedó en silencio esperando a ver si Will decía algo o solo se bajaba, pero estaba quieto, estaba ido.
—Will... Lamento lo que pasó, ¿Quieres hablar de ello?
Nada. Silencio absoluto. Levantó la mirada y con sus ojos rojos e hinchados miró a su profesor con algo de vergüenza.
—¿Por qué le interesaría a usted hablar sobre la mierda de mi vida? Es solo mi profesor.
—Porque... —Pareció pensar un segundo, estaba buscando las palabras correctas—. Porque todos vivimos mierdas, como tú dices, alguna vez. Yo las viví, y puedo ayudarte. Sé que tu padre... —Se cayó abruptamente ante la risa sarcástica de Will.
—Así que es por eso... Siente lástima, como Matthew. Mi papá no va a enterarse de esto ni mucho menos aconsejarme y usted lo sabe, y piensa que puede ayudarme como un padre.—No, Will... No. No es pena por mi parte, es interés. Sí, sé que tu padre probablemente no vaya a ayudarte, y a mí me interesa lo que te pasa porque soy tu profesor y quiero ayudarte.
Esas palabras causaron una especie de reflexión en Will y dejó de estar tan a la defensiva con la persona que solo quería ayudarlo.—Sí, está bien. Estoy destrozado, esto duele como el infierno. Me siento reemplazado y de alguna manera abandonado... Y obviamente traicionado.
Hannibal solo asintió, no quería generar ningún contacto físico porque al fin y al cabo seguía siendo su profesor, así que solo hizo silencio para que Will diga todo lo que quisiera decir.
—¿Es que no fui suficiente? No sé qué hice mal, le daba todo. Nuestra comunicaciones era buena, nos veíamos a diario, salíamos... Confíe en él, él confiaba en mí... Y mi padre sí sabía de él al menos —Algunas lágrimas comenzaron a salir nuevamente y bajó su cabeza—. Lo único que no le di en estos meses de relación fue sexo, porque no estaba listo...
Hannibal levantó una ceja, eso le pareció extraño ya que los adolescentes, en su mayoría, en ese aspecto eran más libres y se lo tomaban a la ligera.—No sé qué hacer, Hannibal.
—Mira Will... Eres un chico joven, y estas cosas te podrían pasar mil veces, y jamás va a ser tu culpa. Porque, y escucha con atención, si una persona desea serte infiel, lo va a hacer aún así seas perfecto y eso no es tu culpa, ¿Está claro? —Soltó un suspiro, esto era más difícil de lo que creía—. Perdón por mi vocabulario, pero me pareció un imbécil desde que lo vi y que haya dicho que le dabas pena demuestra que sí lo es. Una pareja no hace eso y no arruina más tu confianza de esa manera.
Will observó a su profesor con algo de adoración, el otro se encontraba con la mirada tensa sobre el volante.—Lo que quiero decir, por tercera vez: no es tu culpa. Esto tal vez te provoque una... Baja autoestima, pero te aseguro que ese patán era muy poco para ti. Hay miles que quisieran estar contigo de seguro.
Will rió un poco y sus mejillas se tornaron algo rosadas. Se sintió avergonzado por esas últimas palabras.
—Bueno, ve a casa... Es tarde. Nos vemos el lunes.
Hannibal puso el auto en marcha y colocó una mano sobre el volante y observó a su alumno. Sus ojos se encontraron.—Sí, nos vemos el lunes profesor —se despidió y bajó la mirada—. Y Hannibal... —Colocó su mano sobre la de él y dio un leve apretón—. Gracias.
Hannibal se tensó de nuevo y más cuando Will me sonrió. Se fue apenas su alumno cruzó la puerta de su casa, la cual lo recibió con total oscuridad. Pero a pesar de eso él tenía una sonrisa en su rostro.
Al fin actualización, ¿Verdad? Por suerte para ustedes sí actualicé hoy.
Perdón por la demora, en serio. Espero que les guste este capítulo. <3Saludos.
—Anastasia JR.

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Clases de Apoyo (Hannigram)
FanfictionLa vida de Will era muy solitaria desde que tenía memoria, siempre fue un chico muy independiente debido a la ausencia de su familia. Tiene amigos, tiene novio, pero eso nunca fue suficiente para llenar el vacío que sentía. Pero todo eso puede cam...