One shots F1🏁🏎

-Ayrton Senna-

   magic wedding

Me encontraba en las calles de Mónaco, recorriendo un poco mientras iba de camino al lugar en donde debía retirar mi vestido de bodas.

Ayrton y yo llevamos 4 años de novios y apenas 1 mes de casados, y mañana sería nuestra gran fiesta.

Estaba nerviosa, quería que todo saliese bien. Ayrton por su lado estaba más tranquilo, quizás por eso acepte casarme con él, transmitía paz, amor y tranquilidad, si me sentía mal, lo notaba y hacía todo lo posible para que me sintiera mejor.

-Buenas tardes- dije llegando al lugar, una pequeña tienda con gran historia, una familia que se dedicaba a hacer vestidos de novia que nunca serían iguales a otros, sus diseños eran únicos, por eso, los había elegido.

Un vestido pegado al cuerpo, tipo columna, con un cuello halter que en la caída tenía gemas brillantes me estaba esperando en el vestidor, la seda se veía reluciente, sin dudas era el vestido de mis sueños.

Al probarmelo, no pude pensar en otra cosa que no sea Ayrton esperándome en el altar.

-Que tal? te gusta?- dijo una voz femenina, desconcentrandome.

-Es perfecto- dije estando al borde del llanto.

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Volvi a casa con mi vestido soñado y para mi sorpresa, Ayrton no estaba.

Decidí organizar y revisar las últimas cosas para la boda, ya eran las 8:30 de la noche y debía preparar la cena también.

Aun me encontraba sola y quería sorprender a mi chico con su comida favorita, spaghetti, pero primero decidí ducharme para hacer todo más tranquila.

Cuando terminé, me puse un vestido azul marino corto, con unos zapatos del mismo color.

Comencé a preparar la comida y mientras esperaba eso, aproveche el tiempo para tratar de hacer un ambiente más romántico, velas, rosas, todo eso.

Unos minutos antes de que todo este listo, escucho a Ayrton entrar por la puerta principal.

-Como esta el amor de mi vida?- dijo sonriendo mientras caminaba hacia mí.

-Feliz ahora que te veo- lo abracé.

-Perdóname por no avisarte pero debía salir a hacer compras.

-Tranquilo, gracias a que saliste, hoy habrá cena romántica- sonreí.

-Lo supuse por el olor a pasta y porque solo te pones ese reloj en estos casos- dijo tocando mi reloj blanco.

Siempre estaba en todos los detalles.

-Iré a vestirme para la ocasión.

Mientras él se vestía, termine lo último que quedaba y me sente a esperarlo.

Al cabo de dos minutos pude verlo bajar con un traje del mismo color que mi vestido y no pude evitar sonreír con eso.

-Ahora si podemos tener esta cena- rió.

-Eres tan hermoso, no puedo creer que mañana nos casemos- al decir esto, mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas de felicidad.