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Los días pasaban al igual que las clases, cada uno con su carrera definida y demás, México no era la excepción el cual se la pasaba recuperando materias y puntos pues se había "aflojado" mucho en estos meses pues por las clases de tango, salidas con amigos, salteadas de clases y demás así que esa noche se desvelaria por qué al niño se le ocurre recuperar y salvar aquellas materias.

Llegó al departamento agotado de la subida de escaleras que dio pues el elevador se había dañado así que estaría arreglado dentro de unas semanas o si no un mes aunque desearía que fueran solamente unos días por qué subir y bajar escaleras ya no es tan divertido como parece, lo primero que hizo al llegar fue tirarse en aquel sillón hundiendo su cara entré las suaves almohadas y cojines de esté soltando suspiros calmados al igual que sus párpados pesaron demasiado, cerro sus ojos unos segundos para después abrirlos de una levantándose rápidamente dirigiéndose a su habitación; encendió su computadora, saco unas cuantas libretas, lapiceros y corrector, estiró sus manos tronando los huesos de sus dedos empezando a escribir en aquellas hojas blancas que reflejaban su computadora que después serían imprimidas. El tiempo pasaba y las horas se hacían siglos para el, cada parpadeo era más y más pesado a tal punto de cabecear, se aclaró un poco su garganta debido a que no había tomado agua si no que más de 3 tazas de café y está era la quinta que tomaba hasta que no aguanto mas cayendo dormido encima de su teclado sumergiendose en un profundo sueño.

México estaba tan agusto durmiendo hasta sentir la vibración acompañada de una canción provenir de su celular que se encontraba a un lado de el, se desperto rápido y empezo a buscar aquel celular hasta encontrarlo debajo de unos resumenes, se fijo y claramente que era el colombiano que lo llamaba asi que contesto rapido. - Marica ¿Que te paso, acaso te dormiste? AJAJAJ-

-Ja-ja... Que gracioso ¿Por que lo dices? aun falta-.

-...No me la vas a creer marica.. Ya es la hora-. El mexicano confundido miro hacia un reloj que se encontraba en una de las paredes de la habitación notando que eran las 13:30 (o la hora q le hayas puesto) soltando un bufido y cerrar un poco sus ojos y volver al celular. - Wey, hazme el favor y dile a todos los profes que no voy, inventante una excusa asi toda perrona y ya esta, es que no llego-.

La conversión termino solo con risas burlonas por parte del colombiano que venia acompañado de Venezuela haciendo que el mexicano solo corte la llamada con cara de matar a alguien. Miro su escritorio lleno de hojas, resumenes de taeras de la noche anterior y vio que le faltaban algunas palabras a uno de sus resumenes asi que decidio terminarlo y tomarse un descanso para relajarse, aparte de que saldria a comprar la comida ya que tenia mucha hambre.

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El profesor Austria estaba esperando a que llegara su "alumno estrella", o sea México, cosa que nunca paso y eso lo molesto un poco, ya estaba por dar la clase hasta ver a los amigos con los que siempre se la pasaba el mexicano y detenerlos.

-Disculpen la molestia ¿Mexico vendra tarde, no?-. Los tricolor se quedaron callados ya que no habian inventado alguna excusa, aunque el venezolano es muy astuto y hablo primero antes de que el colombiano la cagara.

-Mire profe Austria, estemm.. México no vendra ya que pues tenia que hacer cosas importante, y una de esas era ponerse la vacuna de la fiebre amarilla, ya vio que esa cosa afecta mucho en esta epoca del año, así que por eso falta-.

El austríaco no sabia que cara poner al escuchar eso haciendo que se molestara y los mandara a sus asientos enojado empezando a dar la clase de mal humor pensando que el mexicano seguro se habia quedado dormido, o peor, dormido en la casa de su mayor rival Argentina, esos pensamientos lo pusieron peor y estaba que la vena de la cabeza le exlotaba. Mientras tanto el mexicano andaba en chanclaa y con una ropa muy de casa, con el pelo apenas peinado volviendo de comprar la comida y dirigiéndose a su departamento, iba en su mundo hasta salir de este al escuchar la bocina de un auto volteando a ver hacia la calle y reconocer el auto del cual salio este sonido, queria morirse ahi mismo ya que era el auto de su profesor de tango y no queria que lo viera asi, mientras el mexicano ideaba un plan para escaparse y que no lo viera con esas fachas el argentino ya estaba delante suya abrazandolo fuertemente.u