26.

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Jimin miraba el frío techo de su habitación de la niñez con melancolía.

Después de que Jeonguk se fuera no tenía a donde más ir cada semana con él.

Como extrañaba esas veces en las que mínimo el chico lo trataba mal. Inclusive eso era mejor que esos momentos cuando lo ignoraba por completo.

Se sentía demasiado mal. Jeon no le dirigía la palabra y Taehyung aún se portaba incómodo cuando lo veía.

¿Acaso todo estaba perdido? ¿No había esperanzas para él?

Yoongi tenía razón. Él había nacido para hacer daño.

Dañaba a las personas que amaba sin siquiera notarlo. Por muy buenas que fueran sus intenciones, no servía de nada porque estaba en su naturaleza causar dolor.

Por su culpa Jennie había muerto. Pobre de la chica cuando le abrió las puertas de su hogar e invitó a Jimin.

Ese día lo había llamado ángel, y si pensara en todas las veces que lo habían llamado así, le parecería una broma de mal gusto.

Park Jimin no era un ángel. Jamás lo sería.

Se removió sobre las sabanas, cubriendo así su rostro demacrado.

Park Jimin. El ángel.

Pero que estupidez.

Se levantó, ya que no aguantaba seguir acostado sin hacer nada. Simplemente martillandose la cabeza con mierda.

Había lastimado a JungKook. Lo había lastimado y pudo haberlo evitado.

Si tan sólo le hubiese dicho la verdad.

No le había dado el apoyo suficiente a su madre. Por eso ahí se encontraba. En su vieja habitación. Sólo. Incluso Jin se había ido.

Sólo.

¿Su madre se había sentido así?

La única persona que había estado con ella, su padre, la había traicionado y días después de enterarse, él había muerto.

¿Acaso eso era poco? ¿Por qué no le había tomado importancia?

Se sentía como una mierda. Como una verdadera mierda.

Miró su celular. Ninguna llamada de nadie.

Nadie lo llamaría. Ni siquiera Taehyung.

Su TaeTae. Su bebé. Lo había herido y aunque Taehyung no lo odiaba, el simple hecho de haberlo lastimado rompía su corazón en pedazos.

¿Acaso podía ser más dañino?

Incluso la única persona en el mundo que lo conocía desde pequeño, la única en la que confiaba ciegamente lo había traicionado.

Hyuna.

Una parte de Jimin quería creerle. Quería ir a sus brazos y llorar para que lo consolara, le dijera que hacer.

Pero no podía controlar su rabia.

Tenía tanto odio acumulado que la había echado.

¿Y Yuta?

¿Qué sería de su pequeño hermano?

Ahora que no estaba su padre ¿Quién lo mantendría?

Había hecho las cosas sin pensar y las consecuencias parecían desastrosas.

Se miró al espejo.

Tan demacrado. Demasiado delgado, horribles ojeras dejaban a relucir lo oscuros que eran sus ojos, vacíos y sin brillo.

sex and candy 𐙚 vminkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora