sex and candy 𐙚 vminkook.

29.

Jimin se recuperaba poco a poco pero seguía muy débil.

Faltaban pocos días para que lo dieran de alta y en todo el tiempo que estuvo en el hospital Taehyung iba a verlo a diario.

Después de que Jimin pidiera el divorcio y Taehyung lo consolara no se había vuelto a tocar el tema.

Kim tenía miedo, miedo de que a pesar de todos sus esfuerzos Jimin siguiera con esa tonta idea que se le había metido a la cabeza.

Iba todos los días y lo ayudaba con todo lo que podía.

No iba a dejar a su hyung solo con Jeon JungKook.

Taehyung no iba a dejar que alguien que era tan impredecible estuviera todo el tiempo con Jimin.

JungKook además trabajaba demasiado y no tenía tiempo para Park.

¿Y si se descuidaba? No quería ver de nuevo al mayor en una situación como la que se encontraban.

Para cuando Jimin salió del hospital, fue directo a la mansión Kim.

Taehyung lo ayudaba a bañarse y a estar bien pues necesitaba demasiados cuidados que JungKook estando tan ocupado no le podía dar.

Al llegar Park se percató de que SeokJin y Namjoon lo esperaban en la sala. En cuanto llegó, su hermano mayor lo abrazó con fuerza.

Según le había dicho, el mayor estaba esperando que lo dieran de alta. Habían sido demasiadas cosas para él.

Su padre y madre había muerto, su hermano se había tratado de suicidar y su medio hermano estaba perdido.

O eso pensaba Jimin.

No fue hasta dos días después de haber sido dado de alta cuando en su habitación, la luz de sus ojos entró.

—Jimin hyung —era Yuta.

Park que había estado pasándosela mal al ver el estrés que había causado, sintió que la vida le sonreía de nuevo.

Jimin se sentó bien en la cama y sonrió mostrando sus dientes mientras Yuta corría a sus brazos.

Abrazó al niño. A su pequeño hermano al que había casi dejado ir y le acarició el cabello.

La situación lo había hecho recapacitar.

Aún estaba enojado con Hyuna, sin embargo, no era culpa de su Nonna que su madre se hubiese suicidado.

Cada persona elige su camino y por desgracia, su madre al parecer quiso tomar esa decisión.

La mujer no parecía tener nada por qué luchar.

Su esposo no sólo la había traicionado, si no también sus hijos parecían no quererla y ya no era joven. Ya no podía cumplir sus sueños como modelo.

Jimin entendía ese sentimiento de impotencia. De sentirse sólo y de que estaba destruyendo cada cosa buena que aún tenia.

Sabía de memoria la historia de su madre.

Su matrimonio había sido arreglado.

Ella era modelo y él, el futuro jefe de una gran agencia de modelos.

Ella se obsesionó con su esposo.

Tuvieron hijos y amaba con descontrol el poder que el hombre con quien se había casado le daba.

Ella no debía audicionar para las pasarelas.

Las pasarelas la invitaban. Ella hacia las pasarelas. Ella veía a quien si quería y a quien no.