28.

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Entonces ¿El cielo era real?

Todo era demasiado brillante.

¿Se había ido?

Jimin vio un ángel.

¡Un jodido ángel!

Rubió, ojos color oro y piel de porcelana.

Pero a veces los ángeles son demasiado torpes y te dejan caer.

Así fue como Jimin regresó.

El bello ser lo soltó. Un pánico invadió su pecho al sentir como caía al vacío.

Cuando sus ojos se abrieron supo que aún no. Aún no era su hora.

La claridad seguía ahí. El color blanco seguía ahí.

Pero no era porque fuera el cielo. Era una habitación. Una habitación de hospital.

—Lo hiciste mal.

Esa voz.

Era JungKook.

Miró a su lado y su corazón revoloteó al ver al chico. Su voz estaba irritada y su rostro serio lo observaban sin una pizca de compasión.

—JungKook...

—Lo hiciste mal Jimin—dijo molesto, interrumpiendo a Park—cuando uno intenta suicidarse no llama a emergencias.

Park no dijo nada. Simplemente apartó la vista.

Todo el valor, toda la fuerza que lo habían impulsado a no morir, se había esfumado cuando la mirada acusadora de su dongsaeng lo martillaba.

No pudo alzar la mirada, no pudo y menos cuando sintió los brazos de Jeonguk envolver su cintura y la cabeza del chico alojarse en su pecho.

—Lo hiciste mal ¿Sabes? ¿En que mierda estabas pensando? ¿Me ibas a dejar? ¿No te cansas de hacerme daño?

Jimin no podía hablar. Sintió su corazón encogerse cuando lágrimas mojaron su bata de hospital y los sollozos de Jeonguk inundaron la estancia.

—¿Acaso crees que es un maldito juego? ¿Acaso no pensaste en lo que iba a pasar? ¡Contestame Jimin! ¡¿Acaso no ves que no puedo vivir sin ti?!

Por más que quería, las palabras no salían.

Lo había hecho de nuevo. Lo había lastimado.

También lloró. No pudo evitarlo. Ambos lloraron consolándose en el otro.

Fue cuando la puerta se abrió y un destrozado Taehyung entró en la habitación.

Jimin quería morir ahí mismo. Le daba muchísima vergüenza cada decisión mala que había tomado. Le daba vergüenza que a pesar de todos sus errores, las personas que amaba estaban ahí para él.

—Hyung— fue lo único que el menor pronunció antes de abrazar el cuello de su mayor.

...

E

l doctor había sacado a JungKook y a Taehyung mientras revisaba a Jimin, así que ambos chicos estaban en la sala de espera, viéndose el uno al otro.

Desde lejos se podía ver el aura molesta de ambos.

Lo único que los unía era Jimin, por el cual habían optado hacer una tregua temporal, sin embargo ambos se detestaban y era demasiado difícil.

—¿Puedes poner otra cara? Esa que tienes ya me aburrió— dijo JungKook haciendo que Taehyung se molestara.

—Es la única que tengo.

Kim simplemente se guardaba los insultos. No quería alterarse en esos momentos.

—Lástima para ti.

Taehyung apretó los puños y no dijo nada. Su venganza llegó cuando al salir el doctor dijo que por ese día sólo uno de ellos podría entrar y Jimin había dicho que quería ver a Taehyung.

JungKook parecía algo molesto pero se fue sin decir nada.

Kim estaba casi temblando cuando entró al cuarto de su esposo y lo vio ahí.

Tan demacrado. Triste.

—TaeTae.

Taehyung sintió su corazón golpear fuertemente contra su pecho mientras se acercaba a la cama de Jimin.

El recuerdo de cuando eran niños y a Jimin le había dado una fuerte fiebre llegó a su cabeza.

Cuando Jimin le dedicaba sus miradas y sólo a él.

Cuanto habían cambiado las cosas.

¿Por qué habían tenido que llegar a esa situación?

¿Acaso había descuidado a Jimin en algún momento?

Le había brindado todo su apoyo. ¿Qué más debía hacer?

—Hola hyung ¿Cómo te sientes?

Se portó de lo más atento. Necesitaba compensar lo que su hyung había sufrido.

—TaeTae, espera.

La voz de Jimi interrumpió a Taehyung mientras este acomodaba la almohada del chico.

El moreno se paró y en eso, su esposo le soltó la bomba.

—Quiero el divorcio.

Kim se quedó sin habla.

Aquello lo había dejado sin saber que hacer y la cara de tristeza de Jimin fue lo que lo hizo reaccionar.

—¿Qué?

Park comenzó a llorar y aún sin entender, Taehyung se acercó a él para limpiar sus lágrimas.

—Hyung, sé que no debí dejarte sólo pero...

—No es eso Tae. Te amo. Te amo demasiado como para saber que esto te hace daño. Tan solo mirame. Soy un asco, no te merezco.

Kim sacudió la cabeza.

¿En serio Jimin se tenia tan poca estima?

Al verlo de esa forma lo único que Taehyung quería hacer era besar sus heridas y curar su alma. Nunca le había pasado por la cabeza dejarlo.

Había vivido más de la mitad de su vida amando a ese chico. Una vida sin Jimin...No era opción.

—Daño todo lo que toco Taehyung. Te estoy lastimando. Lo hago.

Kim acarició las mejillas de su hyung mientras este no dejaba de llorar.

Park se dejó hacer y Taehyung pegó ambas frentes mientras acariciaba las mejillas del mayor y limpiaba sus lágrimas.

—Hyung —el mismo Taehyung se sorprendió de lo tranquila que se escuchaba su voz —eres y siempre seras lo más hermoso que tengo. Dejame apoyarte amor, dejame simplemente quedarme a tu lado, por que estar sin ti no es opción.

Los sollozos del mayor se hicieron más fuertes, sin embargo abrazó más fuerte a su esposo.

Taehyung le regaló caricias en el pelo.

—Perdoname. Perdoname TaeTae, es sólo que no sé que debo hacer. Ya no sé como salir de esto.

Kim tomó su rostro entre sus manos y besó la punta de su nariz.

—Hyung, salgamos juntos de esta. Yo estaré ahí para ti si caes.

Los ojos de Jimin gritaban que lo salvaran pero frente al mundo simulaba estar bien.

Taehyung necesitaba romper aquella fina pero con apariencia firme capa de indiferencia que su Jimin usaba como escudo ante los demás.

Necesitaba hacer que Jimin le abriera las puertas de su alma. Debía sanar cada herida que el pasado dejaba en el mayor.

Para eso necesitaba a una persona y por más que odiara admitirlo, necesitaba a JungKook.

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⏰ Última actualización: Jul 24 ⏰

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