Un efecto más

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Tan solo ayer las amigas de Mei se habían enterado de la actual y extraña situación por la que estaba pasando, ella estaba agradecida por tener amigas que la apoyaban y fortalecían no solo en esta situación sino todo el tiempo en el que han estado juntas.

Es muy temprano y Mei bosteza mientras se rasga los ojos, vuelve a acostarse y por más que su cabeza le dice que se levante Mei sigue con pereza.

Es entonces cuando siente un poco de comezón en medio de sus piernas, se rasca un poco y entonces abre los ojos solo para toparse con la sorpresa de que ha vuelto a ser el panda rojo.

-Creí que por estar tranquila esto se detendría-Dice extrañada.

Se pone de pie pero la comezón sigue así que se rasca un poco más fuerte, pero mientras más se rascaba sentía que la temperatura de su cuerpo incrementaba.

-Por qué no se detiene-Decía alterada, se acercó hasta una de las paredes y puso una de sus manos para sostenerse mientras con la otra seguía rascándose.

La comezón no se detenía y con la mano que tenía apoyada a la pared rasgo haciendo algunas cicatrices en la pared.

Mei ya no lo soportaba más y por rasgarse tan fuerte puso sus dedos en su intimidad.

-Waooooo...que rico-Dijo ella, usando dos de sus dedos los metido dentro de su intimidad y comenzó a masturbarse y fue de esta manera que logro calmar la comezón.

-Esto es muy extraño pero también es...satisfactorio-Decía Mei con una respiración muy agitada mientras se masturbaba.

Siguió dándose cariño a si misma que saco la lengua y comenzó a babear dejando mojado su pelaje.

Toc toc

Su madre toco la puerta y dijo-Mei ya es hora de desayunar, por que tardas tanto

Mei dio un salto de susto y nerviosa respondió-Eh, si ya voy, eh, estoy peinándome en seguida bajo.

Mei se relajó y volvió a su forma humana, después de comer sus padres le hicieron una prueba para verificar que pueda mantenerse calmada, Mei paso la prueba con éxito y entonces le permitieron que el día de hoy vaya a la escuela.

Al principio todo parecía ir normal pero Mei se dio cuenta que varios de los chicos de su escuela le parecían atractivos, incluso........ que tanto la molestaba.

-No puede ser que ese tonto de ..... me parezca guapo, que asco, sin duda es un efecto del panda porque jamás en mi vida ese tonto me gustaría-Pensaba Mei mientras estaban en clase de matemática.

La comezón regreso pero no podía rascarse en medio de toda la clase.

-Mei, te encuentras bien-Pregunto ......

-Todo cool, solo....solo necesito ir al baño- Respondió Mei.

Mei salió de la clase y fue al baño donde se transformó en el panda rojo de nuevo y rápidamente se volvió a rascar.

-Rayos por que no se detiene.

-Ya se, solo debo hacer lo de hoy en la mañana.

Mei volvió a masturbarse metiendo sus dedos, se sentía mucho más relajada y acalorada hasta que de su intimidad salieron unas gotas pues se había terminado de correr.

Mei suspiro aliviada, volvió a ser humana y fue a clases.

Esta comezón se repitió varias veces más y Mei seguía pidiendo permiso para ir al baño.

La maestra se preocupó y decidió enviarla a casa para que descansara y visitara a un médico.

Mei estaba esperando el autobús pero sus piernas comenzaron a temblar y ella pensó- Diablos, de nuevo la comezón...necesito...rascarme...

Su intimidad dejo caer varias gotas que mojaron las bragas de Mei y luego cayeron al suelo haciendo que la gente pensara que acababa de orinarse.

Mei avergonzada fue a un baño público donde se limpió pero volvió a transformarse en panda y sin poder controlarse volvió a masturbarse hasta correrse solo que esta vez tardo mucho más en llegar al éxtasis.

Salió del baño convertida en humana y decidió ir corriendo a casa para que nadie en el auto bus piense mal de ella, pero cuando cruzo un par de cuadras la comenzó volvió y ella tuvo que entrar a masturbarse de nuevo en un baño.

Ahora tardaba mucho más en correrse y sus dedos parecían ya no ser suficientes, salió y recorría unas cuadras pero debía detenerse varias veces para regresar al baño.

Se hizo muy tarde y sus padres se preocuparon de que Mei no llegara.

La niña por fin llego a su casa pero ignoro a sus padres y fue a su habitación encerrándose.

-Mei, abre la puerta quiero saber en dónde estabas y por qué llegas tan tarde-Dijo molesta su madre.

-Espera un momento...ya...ya abro-Respondió Mei.

-Te escuchas muy cansada, te sucede algo, dime-Comento su madre preocupada.

Mei no respondía y sus padres se preocuparon así que tomado impulso patearon la puerta y la abrieron descubriendo que su hija estaba en su forma panda masturbándose.

Después de unos minutos Mei volvió a ser humana y su madre le dio un te relajante y junto a su padre fueron a charlar en la sala.

-No sé qué pasa, todo empezó hoy en la mañana y no puedo controlarme-Dijo Mei avergonzada y triste.

-Tranquila Mei, esto, esto es algo normal, bueno si se le puede llamar así-Contesto su madre.

Mei la miro sorprendida por escuchar eso.

-Que, por que es normal-Pregunto su padre.

-Es lo que me temía, que mal momento-Dijo su madre cubriéndose la cara con la palma de la mano.

-Que, que me sucede, es por el panda cierto, es por el panda y no por algo mío-Pregunto apresurada Mei.

Su madre se levantó y dijo-Si, es por tu panda, Mei,

-Mei, te encuentras en temporada de apareamiento-Dijo su madre.

Tan tan tan taaaaaaann.

-APARIAMIENTO, COMO ES ESO POSIBLE-Pregunto Mei muy sorprendida.

-Cálmate es temporal, mira Mei, cuando nuestra ancestra pidió el poder del panda también contrajo algunos...efectos secundarios.

Mei se quedó pensativo.

Su madre continuo diciendo-Y al ser algo mágico estos efectos son demasiado fuertes en comparación a lo que le pasaría a un panda normal, por eso no has podido controlarte, te aseguro yo también lo he pasado.

-Entonces sabes cómo puedo detener esto cierto, dime que lo sabes-Dijo Mei algo esperanzada.

-Bueno algo así- Respondió sonrojada su madre.

-Algo así, a que te refieres con eso-Replico Mei.

-Bueno veras, cuando fue temporada de apareamiento yo no tuve problemas ya que...ya que en ese tiempo ya salía con tu padre y pues...el me ayudo, entiendes-Dijo su madre con una sonrisa vergonzosa y muy sonrojada al igual que su marido.

Mei lo pensó un momento y luego salto del sofá y retrocedió diciendo-Estar con un chico, que asco, yo nunca hare eso.

-Claro que no lo harás, aun eres muy joven-Respondió su madre.

-Entonces que hago-Dijo Mei.

-Bien, tendrás que estar aquí todo el tiempo hasta que la temporada termine, por que sino terminaras haciendo una tontería, te preparare algunas bebidas para que te relajen-Dijo su madre.

-Pero mamá, no puedo quedarme aquí todo el día-Dijo Mei.

-Lo siento pero tendrás que resistir, no querrás convertirte en panda en medio de todos y quizás, termines violando a un chico solo para satisfacerte.

Esas palabras la asustaron pero también la convencieron, ahora deberá esperar en su habitación hasta que todo esto termine. 

FUTA: Una historia diferente-Turning RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora