capitulo 1

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En las afueras del campus de la universidad de Londres, un chico se encontraba corriendo lo más rápido que podía sin tropezar. Su cabello rojo se había hecho un desastre por el viento.

Miró su reloj con nervios y vio que tenía un retraso de 20 minutos para su clase de álgebra
Para llegar a su clase. Dio un profundo suspiro y se dirigió al edificio de la facultad.

Abro la puerta tratando de regular mi respiración mientras veo a la maestra. Pone su mirada en mí mientras trato de excusarme por mi demora y para poder tomar mi examen sin tener que pasar muchas palabras con ella, siendo está tan estricta con su horario.

B...Buenos días, Maestra, disculpe la tardanza - su voz sonaba jadeante por el esfuerzo de llegar a clase para su examen Con un hondo suspiro de alivio,

Menos palabras y más acciones, Oliver -  la maestra caminó hasta el escritorio y tomó una hoja y me pasó mi parcial. Tomó el examen con dedos sudorosos y tensos. - Te doy esta oportunidad debido a que nunca llegas tardes y porque tu amiga me avisó de tu demora por tu tío enfermo y que tuviste que cuidarlo. Solo por eso espero que no se vuelva a repetir. - Señaló su aprobación y agradeció a su maestra.

Me acerqué a mi pupitre para pasar el parcial. Mientras me sentaba junto al lado de mi mejor amiga que me había guardado el sitio, me acerco a ella y solo me mira para darme una sonrisa, le vuelvo el gesto y le doy un beso en la mejilla.

¿Desde cuándo tengo un Tío, Julia - le pregunto sacando mis lápices y ella mantiene su mirada en su parcial.

Julia se volvió y guiñó un ojo con una sonrisa traviesa.- Desde que decidiste llegar tarde, a la clase con la maestra más linda del universo - dijo con un murmullo casi inaudible me reí un poco al notar su sarcasmo sus ojos grises me analizaron unos segundo - De todas maneras, tú no necesitas un tío"-, añadió.- necesitas un reloj

El silencio de Oliver fue inmediato. Sus ojos oscuros se iluminaron mientras escuchaba a Julia, y una sonrisa se extendió lentamente por su rostro.- Si lo sé, gracias por mentirle a la maestra, pero ya callémonos - dije con el ceño fruncido, pero mi expresión era tranquila y risueña Ambos nos concentramos en el examen, y el silencio se desarrolló entre nosotros

Oliver escribía los números y las letras rápidamente, intentando aferrarse a su concentración para evitar perderse. Por un momento, su mente fluyó por un pasaje que no tenía que ver con la clase, pero fue traído de vuelta al presente por un susurro de Julia.

Sigue escribiendo- dijo Julia en un susurro muy bajo - Nos daremos la oportunidad de pasear en el parque después del examen si lo deseas".

Solo pude asistir con la cabeza mientras los minutos pasaban y llegaba la hora de entregar el parcial suspiro de alivio al terminar y darle mi examen a la maestra para salir cuando la escucho decir.

Ah, y Oliver tienes dos puntos menos igual que la señorita Julia por su pequeña charla durante el examen -solo la miré con los labios apretados para no decir nada, miro el pupitre de Luis y la veo acercarse a mí.

Vámonos antes de que se vuelva el diablo sobre la tierra -nos reímos ante su comentario y caminamos por el pasillo.

Por qué llegaste tardes Oliver,- ya me esperaba el interrogatorio

Estaba trabajando en un trabajo de análisis matemático, y se me olvidó poner la alarma -dijo Oliver mientras sus pasos se alineaban con los de Julia.-- . También estaba agilizando unos papeles que tuve que llevar a rectoría por asunto de mi beca.

¿Qué sucede con tu beca? ¿Está a punto de quedarte sin ella?"- preguntó Julia con preocupación - "Tengo entendido que es una beca excelente. Te depositan dinero y también te pagan la universidad. Si yo tuviera esa beca, sería la chica más feliz de esta puta universidad".

No nada de eso, solo se retrasan con el pago, nada tan grave - nos detuvimos en la cafetería para comprar algo.

Oh, eso es un alivio -dijo Julia. Se acercó a la fila de la cafetería para ordenar su comida. Ya cuando tuvo su pedido en la mano, salimos al patio, nos sentamos bajo un árbol cerca de la cancha de voleibol.

Cuéntame acerca de tu existencia, señor superdotado - fruncí él ceño y la miré ella solo me miró con firmeza en los ojos -¿Qué?, me vas a decir que no,- Julia se paró de repente y levantó los brazos y comenzó a gritar - tu poderoso Oliver Gardner joven de 16 años universitario con un promedio impecable, no es superdotado entonces que eres - ruedo los ojos por el espectáculo

Me echó a reír, estallando en una carcajada por oír sus tonterías .- ¡Está bien, está bien, puedes calmarte!¿Soy superdotado, feliz ahora? ¿Pero no me exageres tanto que todos me están viendo como una celebridad que acaba de llegar al campus.

Estás loca, Juli, lo sabes, verdad - ella vuelve a sentarse al lado mío mientras busca.

Pues sí, puedo ser un poco loca, pero no puedo evitarlo. ¡¿Qué quieres que haga?! - dijo Julia con una sonrisa de oreja a oreja- " Alguien tiene que alabarte para que no te pongas demasiado pesado.

¿Muy bien, ahora que ya te halagué, te mime y te ayudé, vas a acompañarme a mi recital poético, verdad? - Julia brillaba cada vez que mencionaba esos recitales, a ella le gustaba demasiado hasta para su propio bien.

"Oh Juli, voy a ver si puedo ir. "Sabes que no me gustan los lugares con mucha gente y tu recital es la próxima semana", Oliver se acomodó el cuello del jersey nerviosamente, como si estuviera indeciso. Su mejor amiga, Julia, no podía tener más clara su elección sobre ir al recital, pero Oliver no se sentía tan seguro.

¡Oh, por favor! ¡Yo sé que no te gustan las multitudes, pero si puedes venir, te lo agradecería mucho! ¡Se supone que soy tu mejor amiga! - Julia trató de convencerme, en verdad sabía que su recital era muy importante.

Eres insoportable, está bien. Iré, solo a este recital, ni uno más ni unos menos - veo a Julia emocionada, así que se levanta y me da la mano para ayudarme a levantarme del suelo.

¡Gracias, Oliver!"- dijo Julia con una sonrisa de oreja a oreja. - ¡Estoy segura de que será divertido! Y si no lo es, me haré responsable de invitarte la cena para compensarlos. -Se río de su propia broma y comenzó a salir del campus - ahora vámonos al parque, tú invitas los helados.

Oliver no podía ocultar su sonrisa, ya que sabía que Julia siempre era alguien que no tenía la culpa de su nerviosismo por grande aglomeraciones de personas. Después de todo, era su mejor amiga, y ella siempre había sido una gran parte de su vida.

Dulce Melodía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora