"Celo Angelical" ♡Aziracrow||Omegaverse♡

CAPITULO 1

En el principio, cuando el Cielo y el Infierno todavía estaban definiendo sus jerarquías, existía un ángel cuyo destino se apartaba de lo ordinario. Un angel llamado Aziraphale, con sus suaves rizos dorados y una serenidad en sus ojos azules, único en su clase. uno de sus mas devotos angeles del todopoderoso fiel ante su palabra y decision, Mientras que todos los demás ángeles eran categorizados como alfas y betas,

Siendo Aziraphale el unico angel que habia nacido siendo un Omega.

Una rareza celestial que, a ojos de muchos, lo hacía parecer débil y frágil, siendo alguien que debia estar bajo cuidado de un alfa y procrear hijos, de los cuales era un acto prohibido en el cielo, como ser celestial, ningun angel podia tener sentimientos y menos crear a otro ser.

Si eso se llegase a romper, "Un castigo celestial recibira."

Aun asi sus habilidades fueron subestimadas y su voz, a menudo fue ignorada en los coros angélicos que cantaban alabanzas al Creador. Sin embargo, su espíritu era más fuerte de lo que cualquiera podría imaginar. Aziraphale, aunque era considerado alguien debil e insignificante, llevaba consigo una sabiduría y bondad que muchos de sus hermanos alfas y betas no poseían.

Hasta que un día, mientras cumplía con su deber como guardian de la puerta del este en el jadin del Eden, Aziraphale habia cruzado caminos con Crowley, un demonio con un carácter tan enigmático con sus ojos de serpiente, que iba a ser la serpiente designada a tentar a Eva para comer la fruta del conocimiento, Siendo todo lo opuesto de Aziraphale:

El era un alfa dominante con una presencia que podía congelar el mismísimo infierno. Había algo en la arrogancia despectiva de Crowley que fascinaba y aterraba a Aziraphale a partes iguales.

Es sarcastico pero en veces ingenuio, tiene su propio encanto, Rebelde, amor por ciertos lujos como su "Bentley" y una sensibilidad oculta.

Aunque hace mucho tiempo atras se habian conocido, cuando crowley alguna vez, fue un Angel...

El destino, en su irónica manera, decidió entrelazar sus caminos. A pesar de sus diferencias, una conexión innegable comenzó a formarse entre ellos. Crowley, intrigado por la singularidad de Aziraphale, y Azirafel, atraído por la sombra de rebelión que Crowley proyectaba, encontraron en el otro algo que el Cielo y el Infierno jamás podrían ofrecerles.

llevando consigo 6000 años de conocerce.

hasta la actualidad...

Todo esto empieza un día por la noche en el Ritz.

__ Qué tal la comida, angel?

Pregunto Crowley, teniendo su mirada fija ante los movimientos lentos que ejerce en su boca el contrario mientras degustaba su postre con lentitud, cosa que le complacía de cierta manera, ya que podía ver el gesto de satisfacción ante lo que su angel comia.

__ Está exquisito querido~ muchas gracias por invitarme a cenar.__sonrió, tomando entre sus manos una servilleta, para limpiar sus labios con elegancia.__ La próxima invitaré yo, ¿está bien?

__ Para nada angel, ya te dije que mientras vengamos aqui, yo sere el que pague, tu solamente disfruta.

respondió, moviendo en un acto involuntario su mano hacia el rostro del rubio, directo hacia la comisura de sus labios, que en si, tenía un ligero rastro de crema blanca del pastel que había comido, limpiandolo con la yema de sus dedos.

Acción que había hecho sonrojar a Aziraphale, cosa que crowley en cuestión de segundos se había dado cuenta de lo que hizo, sintiéndose tenso y de alguna forma, nervioso.

__ Oh.. angel, y-yo, tenias un poco de crema...

__ N-no te preocupes querido, te lo agradezco.

nervioso, le sonrio, tratando de hacer que no se sintiera incómodo ante lo que hizo.