Epilogo

83 15 3
                                    

A Haerin le saltó el corazón en el pecho al ver la ya común bolsa hermética con un papel rosa pálido y con alguna otra sorpresa dentro.

Su cabeza no pudo evitar irse hacía Hyein, con quien había salido el viernes pasado. Y es que, algo en su interior le gritaba que era la jugadora de baloncesto quien le dejaba tales notas.

Con manos temblorosas, Haerin tomó la bolsa hermética y extrajo con cuidado el papel rosa pálido. Sus ojos brillaban con anticipación mientras desplegaba el papel y leía las palabras escritas con una caligrafía elegante y familiar.

"En un mundo de estrellas, tú eres mi constelación favorita.

Pd: Te espero en el patio trasero a la hora de la salida.
Veo necesario que conozcas mi rostro.

El rostro de la persona que hechizaste.
Por favor, no faltes.

-Alguien que en verdad te sueña."

Las palabras escritas en el papel hicieron que el corazón de Haerin latiera con fuerza en su pecho. La calidez de las palabras y el misterio detrás de la nota la llenaron de emoción y anticipación. Sin dudarlo, guardó el papel en su bolsillo y se apresuró hacia el patio trasero de la escuela, preguntándose quién podría ser la persona detrás de la misteriosa nota.

Al llegar al patio trasero, Haerin buscó con la mirada a alguien que pudiera estar esperándola. Su corazón latía con nerviosismo mientras escaneaba el área, preguntándose quién sería la persona que le había dejado la nota.

Y entonces, entre la multitud de estudiantes, vio a alguien que se destacaba entre la multitud. Una figura familiar se acercaba a ella con una sonrisa cautivadora en el rostro.
Era Hyein, la jugadora de baloncesto con la que había salido el viernes pasado.

La misma chica que la observaba generalmente, la misma chica por la que se estremecía y le temblaban las rodillas cuando la veía cerca.

Justo y tal como ahora.

El corazón de Haerin dio un vuelco de emoción al ver a Hyein acercarse.
La sonrisa en el rostro de la jugadora de baloncesto la llenó de alegría y anticipación mientras se acercaba a ella.

—Hola, Rini—saludó Hyein con una sonrisa radiante. Se acercó más y pasó sus largos dedos por un mechón suave de los cabellos de Haerin —. So-soy yo—admitió Hyein, su voz perdiendo un poco de confianza y ahora volviéndose más tímida, adorable —Yo soy quien te deja las notas. Me gustas, desde hace mucho me gustas y nunca me atreví a decirlo—susurró Hyein, su respiración perdiéndose en su garganta cuando notó como Haerin se empinaba y tomaba su rostro entre sus manos con ternura.

El rostro de Haerin se iluminó con una mezcla de sorpresa y felicidad al escuchar las sinceras palabras de Hyein. La emoción brillaba en sus ojos mientras sostenía el rostro de Hyein entre sus manos, sintiendo el latido acelerado de su corazón.

—Hyein...—susurró Haerin, su voz temblorosa pero llena de gratitud y amor—. Ya lo sabía, Hyeinie—confesó, su aliento rozando los labios ajenos. O bueno, más bien lo sospechaba. Pero no tienes idea de como me emociona que sí seas tu. También me gustas, Hye, mucho.

La confesión de Haerin hizo que el corazón de Hyein diera un vuelco de emoción. Sus labios temblaban ligeramente mientras sentía las manos suaves de Haerin en su rostro, y su respiración se volvía más irregular con cada palabra que salía de los labios de la castaña.

—Haerin... —murmuró Hyein, apenas capaz de contener la emoción que la embargaba-. No sabes cuánto significa para mí escuchar eso.

—Siempre he deseado poder decírtelo, pero nunca tuve el valor... —confesó Hyein, su voz llena de vulnerabilidad y sinceridad—. Eres increíble, Rini, y estar contigo es lo mejor que me ha pasado.

El rostro de Haerin se iluminó con una sonrisa radiante mientras escuchaba las dulces palabras de Hyein.
Se acercó un poco más, sintiendo el cálido aliento de Hyein en su piel, y sus corazones latían al unísono en medio de la emoción y la anticipación.

Las manos de Hyein tomaron con firmeza y posesividad su diminuta cintura, acercándola aún más a ella en un abrazo cargado de ternura y amor. Haerin se sintió envuelta en el calor reconfortante de Hyein, y su corazón latía al ritmo del de ella.

La pegó con suavidad a su fuerte cuerpo, miró fijamente los labios pomposos y rojizos de la castaña.

No aguantó sus impulsos, y con delicadeza capturó sus labios en un beso lleno de pasión y anhelo.
Haerin respondió al beso con la misma intensidad, dejando que sus emociones se fundieran en el dulce contacto de sus labios.

Escuchó un suave y tierno gemido escapar de los labios de Haerin cuando Hyein profundizó el beso, envolviéndola aún más en su amor y deseo. El mundo a su alrededor desapareció, dejándolas a ellas dos en un universo de pura conexión y pasión.

Haerin sintió como si estuviera flotando en el aire, perdida en las sensaciones abrumadoras que despertaba el contacto con Hyein.
Cada roce, cada caricia, encendía una chispa de deseo dentro de ella, alimentando el fuego que ardía entre ellas.

El beso se volvió más apasionado, más urgente, como si estuvieran tratando de expresar con cada movimiento lo profundo que era su amor el uno por el otro. Las manos de Haerin se aferraron a los hombros de Hyein, sintiendo la firmeza de su cuerpo contra el suyo.

El tiempo se detuvo mientras se entregaban al torbellino de emociones que las consumía, perdiéndose en el éxtasis del momento. Nada más importaba excepto ellas dos, unidas en un lazo inquebrantable de amor y pasión.

Cuando finalmente se separaron, sus labios estaban hinchados y rojos, pero sus ojos brillaban con una intensidad que iluminaba la oscuridad que las rodeaba. Se miraron el uno al otro con adoración y gratitud, sabiendo que habían encontrado algo especial en el otro que nunca podrían dejar ir.

—Te quiero, Rini—susurró Hyein, apretando entre sus manos la cintura de Haerin. —Y me gustas mucho.

Haerin soltó una tierna risita y dejó un piquito en los labios de Hyein.
—Tu me gustas mucho más, Hyeinie.

Fin

Secret Graden - Maknaez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora