Extra

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Haerin sostenía el rollo de sushi en frente de la boca de una obstinada Hyein.

—Hyein, ya te dije que no me importa que estés nerviosa por el partido, no me vas a convencer de no comer.

—Abre la boca, por favor— imploró Haerin, recostando su mano en su mejilla, con la mano un poco cansada.

Hyein lloriqueó, era la final del partido intercolegial de baloncesto y los nervios la dominaban.

—Rini...—suplicó Hyein haciendo ojos de cachorro, Haerin se cruzó de brazos, frunció el ceño y alzó la ceja.

Aunque el lucir enojada no le servía de nada con Hyein, ya que esta misma aseguraba que con el ceño fruncido parecía más adorable y según;
como un tierno gatito enfadado. Sin embargo, Haerin se mantuvo fìrme esta vez.

—Lee Hyein, abre la boca y come, o juro que me pondré realmente enojada —dijo Haerin, tratando de parecer más autoritaria.
Pero su nariz arrugada y sus labios fruncidos, solo provocaron que Hyein quisiese llenarla de besos y mordiscos.

—¿No te puedo comer yo a ti?—preguntó Hyein, tratando de desviar el tema, provocando un tierno gruñido de Haerin.

—Hyein, no me hagas esto más difícil —respondió Haerin, tratando de mantener su postura firme, aunque una sonrisa comenzaba a asomar en sus labios.

—Es que... no quiero comer nada en estos momentos, menos sushi—expresó Hyein arrugando su nariz y Haerin suspiró mientras masajeaba su tabique con su pulgar e índice.

—Hyein, necesitas comer algo. No quiero que te desmayes en medio del partido —dijo Haerin con preocupación, bajando la mano de su rostro y mirando a Hyein con ternura.

Hyein suspiró y miró a Haerin con una mezcla de frustración y cariño. Sabía que su novia solo quería lo mejor para ella, pero los nervios la estaban consumiendo.

—Vale— aceptó Hyein a regañadientes —. Pero solo porque me lo das tu, y más te vale darme un beso después.

Haerin sonrió, satisfecha por haber convencido a Hyein.

—Eso es un trato hecho, Hyeinie —dijo con un guiño, sosteniendo el rollo de sushi más cerca de la boca de Hyein.

Hyein finalmente abrió la boca y tomó un bocado del sushi, masticando lentamente mientras sus ojos permanecían fijos en Haerin. La calidez y el apoyo de Haerin le daban la fuerza necesaria para superar sus nervios.

—¿Ves?, no fue tan malo —dijo Haerin, acariciando la mejilla de Hyein con el dorso de su mano.

—Sí, sí. Solo porque tú me lo pediste —respondió Hyein con una sonrisa tímida.

Haerin se inclinó y se sentó en el regazo de Hyein, besó con suavidad sus labios. Tomó otro bocado de sushi con los palillos y lo puso en los labios de Hyein.

—Vamos Hyeinie, come un poco más—pidió Haerin, dejando un tierno beso en la punta de su nariz. —Tu partido es en tres horas, venga, come.

Hyein aceptó vacilante, empezó a recibir bocados de sushi. Su estómago lo empezó a recibir con normalidad, suponiendo que los nervios no le afectarían tanto como temía. Haerin sonrió mientras alimentaba a Hyein, sintiéndose aliviada al verla comer.

—¿Ves? No es tan malo —dijo Haerin, acariciando la mejilla de Hyein con ternura—. Ahora tendrás energía para darlo todo en el partido.

Hyein sonrió y asintió, sintiendo que los nervios empezaban a disiparse un poco gracias a Haerin.

—Tienes razón, Rini. Gracias por cuidarme— respondió Hyein, inclinándose para dar un suave beso en la frente de Haerin.

Haerin se acurrucó en el regazo de Hyein, apoyando su cabeza en el hombro de su novia.

Secret Graden - Maknaez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora