¿Ahora soy la hermana inexistente de Meliodas?

•Capitulo 11•

Narrador omnisciente

Dentro de la taberna de el sombrero del jabalí se podía ver a todos cada uno metido en sus cosas.

Cristan el cual estaba sentado en unas de las mesas de la taberna mientras escuchaba cada una de las palabras de su tío Meliodas quien le contaba sus aventuras.

Elizabeth estaba sirviendo jarras de cerveza a Lilia quien tan sólo entrar por la puerta empezó a tomar.

Hawk solo se comía las sobras restantes  mientras que Sariel seguía callado y tenso a lado de su esposa ya borracha.

Hawk—¿acaso no dejará de tomar?—

Elizabeth—señorita Liliane no creo que deba tomar demasiado—

Lilia—Que va *hip* estoy bien *hip* ¿no ven?—

Lilia trato de parase del taburete pero nada más levantarse volvió a sentarse, Sariel aún callado miro a su esposa y habló.

Sariel—Lilia ya deja de tomar—

Lilia—pero *hip* pero cariño*hip*—

Sariel—ya tomaste suficiente, lei-señorita Elizabeth no le de más cerveza por favor—

Elizabeth asintió y retiro todas las jarras llenas de cerveza, Lilia que aún estaba borracha hizo berrinches pero con una sola mirada de su esposo se quedó callada rodando los ojos mientras hacía pucheros.

Hawk—increíble, solo Sariel puede detener a esta borracha—

Lilia—¿como *hip* me llamaste cerdo?—

Hawk—no dije nada—

Decía un Hawk retirándose rápidamente a donde estaba Elizabeth  con Meliodas y Cristan.

Cuando solo Lilia y Sariel quedaron en la barra, Lilia de un momento a otro dejó de estar borracha y se giro donde Sariel.

Lilia—¿que tienes?—

Sariel—nada—

Lilia—escuchame niño a mi tu no me engañas, una que soy tu esposa y dos que te conozco desde 3.000 años—

Sariel—.... Y yo que me acostumbraba a que me llamaras por mi nombre—

Lilia—es que a veces eres difícil de leer—

Sariel suspira y se levanta del taburete avanzando hacia Lilia y la abraza.

Lilia—se que estas tenso... ¿Es por Elizabeth?—

Sariel asiente mientras esconde su cara en el cuello de Lilia susurrando un "creo que nesesito mucho cariño".

Lilia—oh, yo me encargo—

Lilia deja a Sariel en la barra y se dirige a donde meliodas y los demás.

Meliodas—tu madre se quejaba en ese tiempo y como chillaba—

Lilia—dime que no es lo que creo que es—

Cristan—¿mamá encerio eras así de llorona?—

Elizabeth—el señor meliodas nos contó sobre donde crecieron—

Lilia—..... Luego te las veras conmigo pero eso no es lo importante ahora—

Meliodas—¿que es importante?—

Lilia—nesesito que vayan al pueblo por .... Más provisiones—

Meliodas—pero si aquí hay todavía provisiones—

Lilia— este.... Quiero hacer una sorpresa pero nesesito que se vayan y no viren hasta la tarde—

Meliodas miro a Lilia con ojos entre cerrados para después mirar tras de Lilia y ver a un Sariel sentado en el primer escalón que lleva hacia arriba donde están las habitaciones.