Capítulo 7

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«Deja de ser tan melodramático.»

Bible a Biu casi todos los días.

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la fiesta de Derek llegó. Queen y Biu tomaron un autobús e hicieron la última parte del trayecto hasta el nuevo hogar de Sam y Derek caminando.

Se trataba de un chalé enorme, con vistas al río Allegheny. El alboroto que había por haber invitado a cuarenta personas, con sus respectivos acompañantes, permitió que pudieran entrar en la casa sin encontrarse con el cumpleañero ni con su prometida.

Un amigo de la pareja los guió por varias y amplias estancias de la casa, hasta llegar a un mirador. Había lucecitas brillando en el techo acristalado y velas en cada mesa.

Biu estaba incómodo, el regalo bajo su brazo molestándole mientras guiaba a Queen hacia una de esas mesas.

Su hermana le apretó el hombro con fuerza suficiente para partir una nuez y le dijo: —¿Lo has visto?

—Todavía no —contestó Biu mientras la ayudaba a sentarse y apartaba un poco las velas.

Y, entonces, los vio. A través de un mar de caras que Biu no reconocía, estaban Sam y Derek besándose. Y no estamos hablando de un beso casto, si no de uno de esos apasionados con agasajo incluido.

Así que Biu se guardó para sí esa imagen quema retinas y le dijo a Queen que Derek parecía aburrido.

—Gracias por mentir —dijo su hermana negando con la cabeza—. Ojalá lo hicieras mejor.

Entonces Sam se puso de pie en una silla e hizo sonar su vaso de cóctel. El pelo corto le favorecía. Al igual que ese jersey ajustado y las botas "fóllame" que llevaba por encima de los pantalones y que le hacían parecer más alta. Escaneó la habitación y sonrió cuando reparó en ellos.

Biu se tensó. El discurso que dedicó a Derek fue conmovedor. Cursi, pero llevadero. Al menos hasta que Biu escuchó la última frase y cualquier tentativa de sonrisa que se hubiera estado dibujando en su cara, desapareció.

—Y ahora, chicos y chicas, tomen sus abrigos, porque fuera en el río hay unas barquitas esperándonos.

Sam se bajó de la silla arrastrando detrás ella a un radiante Derek, al que condujo hacia las barcas sorpresa.

Era un gran gesto hacia Derek y el resto de sus amigos, pero Biu lo recibió como una bofetada. Sam le había invitado a venir. Había incluso insistido en que viniera, pero no se le había ocurrido advertirle sobre esto.

O quizás, y considerando la opción que dolía aún más, ni siquiera se había acordado.

Queen maldijo en voz baja. —Lo siento, Biu.

Biu se encogió de hombros, a pesar de que Queen no podía verle. Echó su silla hacia delante, para dejar pasar a una pareja y dijo: —No pasa nada. —¿Para qué mierda fue? —. ¿Quieres ir tú también?

Afortunadamente, la respuesta de Queen fue un tajante «no».

Entre gritos y risas, los invitados iban tomando las velas de sus mesas y saliendo fuera. Todos, menos Barcode y Jeff, dos de sus amigos de Facebook. La pareja, ambos castaños, empezó a avanzar hacia donde se encontraban Biu y Queen.

Barcode parecía incómodo, como cuando se encontraban en clase de Mercantil, pero cuando Jeff le tomó la mano, pareció relajarse. El motivo por el que también ellos se habían quedado atrás se hizo evidente cuando Barcode empezó a toser.

Leo x Aries - BibleBuildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora