Stella conducía su vieja bicicleta a la entrada de su casa que a la vez resultaba ser en la planta baja la ya famosa "Tintorería Cameron". No era un gran lugar, pero en cualquier lugar donde su familia pudiera pagar y estar juntos le era más que suficiente, y sí en ese lugar podían tener la casa en el primer piso y el negocio en la planta baja qué mucho mejor que eso.
- Nunca me habían dejado salir temprano y mucho menos porque tengo que escapar de los paparazzis. -renegó consigo misma en voz alta- Como sí realmente me gustara hablar de esa escuela. ¡Estoy realmente cansada de esa escuela! -dijo con desprecio encadenando su bicicleta a la entrada de la tintorería sin si quiera percatarse de las tres camionetas negras y los seis guardaespaldas que aguardaban justo a la entrada del edificio.
- ¡Ya llegu...! -dijo en voz alta, pero al levantar la voz de interrumpió a si misma al encontrar en el living de su pequeño departamento a un hombre vestido demasiado formal como para ser el arrendador. Stella le dirigió una mirada extrañada y luego a sus padres, quienes se levantaron de inmediato de la sala de estar.
- ¡Stella, llegaste!-dijo con cierta alegría su padre- ¡Lo ve, ella está aquí! -expresó muy emocionado. La morena conocía a sus padres y presentía que algo no iba bien.- ¡Stella, saluda al señor! -regañó frunciendo las cejas- Él vino de parte del Presidente de Grupo Clifford -mencionó en un susurro acercándose a su hija, de tal forma que creyera que el elegante hombre no podía oírlo.
- Ahora conozco a la "Chica Maravilla". Gusto en conocerla, señorita. -expresó con una sonrisa aquel hombre a la vez que se levantaba de la sala y se abotonaba el saco. >>Parece bastante amable<< pensó Stella.
Stella le devolvió la sonrisa nerviosa.- A-Ah... Yo no lo empuje, lo juro. -comenzó a decir la chica un tanto nerviosa- Fue el "F4" o algo así quien lo hizo, yo solo le iba a entregar su uniforme...
- Stella, hija mía... -intervino su madre casi quemandola con los ojos para que ésta guardara silencio- No se alteres, mi niña, pero... a partir de mañana asistirás al Clifford College... -explicó con una gran sonrisa que prácticamente le cubría todo el rostro, y a ésta se le unieron su tan emocionado Padre y hermano menor que a su vez comenzaron a aplaudir de felicidad.
La chica se quedó clavada en el suelo, no podía creer lo que sus padres decían. Debía haber un truco en todo eso...
- ¿Yo? Pero... ¿Por qué yo? Y... ¿Cómo vamos a pagarla sí...? -balbuceó confusa la morena quien fue interrumpida por su hermano menor.
- ¡Iras con una beca, una beca de natación! Sí estuviste nadando toda la secundaria para adquirir una beca en el Bachiller, ¡ellos te la están dando ahora! -explicó aún emocionado Harry, su hermano menor.
- Queremos que.... -comenzó a decir el hombre, quien fue interrumpido a la brevedad por su padre.
- Ademas, es el Presidente de Grupo Clifford quien te ha dado la admisión personalmente. ¡Él en persona, Stella! -mencionó su padre casi fura de sí por la emoción. De pronto todos comenzaron a saltar y llorar de alegría. La chica se quedó mirando con seriedad.
- No quiero.
Entonces, sus padres dejaron de saltar sorprendidos ante sus palabras y la miraron confundidos.
- ¿Qué? -dijeron todos al unisono.
Stella se mojo los labios y miró al hombre elegante con humildad.
- Me gusta lo que soy ahora, me gusta mi escuela y mi vida tal y como es ahora. No quisiera ir a su escuela porque sé que tendría que cambiar todo y... simplemente no quiero ir, ése lugar no es para mi y... Creo que esta perdiendo su tiempo conmigo... - explicó con honestidad al hombre. Él se limitó a escucharla de pie como un roble ante ella.
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5 Seconds of F4
RomanceEn el prestigioso bachiller Clifford College en Londres, Inglaterra , 4 chicos forman el grupo conocido como la Flor Cuatro (F4). Estos jóvenes forman parte de las familias más poderosas de Inglaterra, son malcriados, rebeldes, crueles y coquetos, q...