Ciento treinta y dos

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Este chico tonto NamJoon lo he visto en algún lado...

Umm~

¡En la descripción de hyung sobre cómo piensa que es el chico de las notas!

¡Maldición, maldición, maldición!

¿Cómo la vida puede jugármelas tan sucio?

Siento como mi respiración se agita y esta extraña sensación de furia se apodera de mi.

Han pasado 30 minutos.
Este chico... NamJoon, cree que esto es un jodido restaurante. Se ha brincado de su compra a preguntar el nombre de mi hyung, su razón de ser el dueño de una floristería a los 21 y a sonreírle después de cada frase.

—Me he mudado recientemente a esta ciudad, hace unos pocos meses, he pasado por aquí mucho, pero es la primera vez que me atrevo a entrar en este local— le dice bebiendo el té que hyung le había ofrecido.
Ya tenía 40 minutos preguntándole sobre flores y sobre él, de su vida y el trabajo.
Hyung parecía ser sociable con el tonto.

—Enhorabuena has decidido visitarnos— le respondió SeokJin—Me gusta tener nuevos clientes siempre.

Mi hyung muy amable le esbozó una sonrisa, pero ¡vamos! Según yo, es la misma sonrisa que le daba a cada cliente. Pero ese chico tonto parecía estar embelesado.

No lo puedo culpar mucho tampoco, yo caí con lo mismo, pues la sonrisa de SeokJin hyung es como la vida misma. Pero él estaba siendo un desvergonzado coqueteándole frente a mí, inclinándose un poco frente a él, mirándole a los ojos.

— Umm tal vez el destino me dijo que ya era hora de conocerte, SeokJin hyung—soltó—Una vez más perdón por romper tu campanilla.

Ante el primer comentario la reacción de mi hyung fue un par de mejillas enrojecidas, seguidas de un balbuceo «Descuida»

Admito que me estoy pudriendo lentamente con esta escena, pero ¿qué puedo hacer? Solo soy un tonto niño...

~YoonGi~

El Chico Corazón. [YoonJin]© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora