Mirarse a los ojos

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Y ahí estaba yo,
con mis voces desbordadas
rogando tus palabras
como esperando quedarme.

Y ahí estabas tú,
con tus pensamientos enredados
confrontando mis reclamos
como queriendo irte.

Y ahí estaba yo,
con el fuego de mis ojos
queriendo que sonrieras
como esperando marchitarme.

Y ahí estabas tú,
con el aliento rebasado
esperando mis perdones
como queriendo renacer.

Y ahí estaba yo,
con los besos en la lengua
deseando me correspondieras
como esperando llenarme.

Y ahí estabas tú,
en busca de respuestas
que cortaran mis silencios
como queriendo vaciarte.

Y ahí estuve yo,
esperando.
Y ahí estabas tú,
queriendo.
Ahí estuvimos.

Luces ApagadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora