Que nos venga a ver la dicha,
nos escuche siendo prisa,
que se sepa sin ceniza
al tratar de ahogar la risa.
Que nos vea verdes siempre,
que lo nuestro sí es silvestre
para que ella no lo aseche,
no se acerque, ni lo intente.
Que te cele de que fui,
mucho más que ella a ti.
De las ganas que cumplí,
las tormentas que te di.
Nuestro amor que fue glorioso,
soñador y misterioso,
que lo mire con asombro,
que lo mire majestuoso.
Que ni ella, ni su tribu,
formen parte del menú
donde ambos fuimos "tú"
con firmeza de bambú.
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Luces Apagadas
PoésiePoemas para almas rotas, el amor visto desde la falta, la carencia, el olvido, el apego. Es un recordatorio de la fragilidad del amor y la grandeza de su pérdida.
