Sencillo

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Fue muy fácil perder el ritmo
del bemol y tu pauta,
de tu andar milagroso
y del son cauteloso
de tu par de gemelas
que nos haría bailar.
Que caminan en un suelo
que no las merece,
pues merecen flotar.

Sencillo es nadar en tus mares
cuando mojas la desesperación
mientras arrugas las telas;
lo complicado es saber navegarlos
mientras se guardan las penas,
cuando hay tormenta
y las olas superan las velas,
que hasta al marinero,
de mares altos, experto en ellas
le cuesta trabajo perseguir las estrellas,
aún sabiendo de azul,
aún sabiéndote bella.

Fue fácil perder cordura
entre el sonido de tu cuerdas,
que a veces parecen metales,
que otras parecen maderas;
o flautas transversales
vibrando al sol,
libres,
fieras.

Luces ApagadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora