PARTE 4

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Draco podía ver la tristeza en sus ojos. El arreglo de sentencia de su padre aunque parecía bueno a su parecer estaba siendo más difícil para su madre — ¿No puedes dormir? —la dulce voz de su madre lo devolvió a la realidad de lo que sucedía —Debería estar agradecida por ese permiso que nos otorgaron, tener a tu padre una vez al mes... Me es reconfortante aunque las despedidas siempre son duras...

—Tiene un beneficio que pocos tienen.

—Sigue siendo doloroso, yo sé que no la pasa bien y soy consciente de por qué está ahí — su voz se quiebra y Draco se acerca. Ella está sentada junto a la ventana, él se agacha y se acomoda como un niño en su regazo— Gracias por hacerlo posible.

—Tengo mis dudas.

— ¿Lo traeras para la boda?

Draco no dijo nada. Cuando solicito un permiso mensual para su padre esa noche en especial no sabía que habría un evento de gran magnitud ni el embrollo que provocaría la traición de Astoria y Weasley.

—Creo que está disgustado.

—Yo creo que más bien sorprendido, deberías ir a verlo mañana.

Acarició sus cabellos y entonó una canción que solía cantarle de niño. Draco cerró un momento los ojos pensando en los recuerdos que tenía de su padre durante la niñez y pese que había sido exigente en la mayoría de su crecimiento algunas veces hubo momentos donde le hizo sentir que lo quería.

Mañana visitaría a su padre en Azcaban y le diría que si él quería ir a la boda buscaría solicitar un permiso más para que fuera. Si recibía una negativa simplemente aceptaría a regañadientes que posiblemente Weasley tenía razón y los temas de la pureza de la sangre no estaban tan olvidados como el pensaba por parte de su familia.

Esa noche después de que Draco se marchara Hermione tomo un largo baño en la tina. Bebió vino y meditó lo que había sucedido. La manera en que Ron había dicho esas crueles cosas pero lo que más le causaba ruido el motivo de por qué Ronald Weasley había ido y despotricado.

Hermione se pregunto seriamente si hubiera sido otro hombre ¿Habría tenido la misma reacción?

¿O acaso el hecho de ser Draco Malfoy le causaba irritación?

Quizá jamás lo sabría y una parte de ella no quería saber. No quería saber que pasaba por la mente de su ahora ex novio —y amigo ya que no creía factible — al menos no por ahora volverse hablar.

Después de que Malfoy se marchó le recordó cambiar el encantamiento de su puerta y ella asintió. Pensó en algo que a Ron jamás se le cruzara por la cabeza.

Soltó una risita cuando susurró el encantamiento seguido de un Dramione definitivamente Ronald Weasley jamás pensaría en eso.

Cuando estuvo suficiente tiempo en la bañera salió y se puso la ropa de dormir. Seco su cabello con un hechizo y se metió bajo las mantas de su cama. Observó el vestido dentro de su funda protectora.

En verdad se casaría en vísperas de año nuevo. No sabía que pensar. La noche anterior todo había pasado tan rápido, luego había venido Draco y bueno ahora todo hogwarts estaba listo para su primera boda. Las invitaciones había comenzado a llegar a sus destinos iniciando por los males lejanos. Era una realidad y pese que la Hermione de hace unos años seguramente pensaría que esto era inverosímil la del presente se comenzaba a sentir cómoda con la idea.

Draco Malfoy su enemigo de la niñez se había convertido en un hombre serio, un hombre de palabra y que podía intuir cumplía sus promesas.

Se preguntaba cómo sería la vida después de la boda y como sería la dinámica ¿Tendrían que vivir bajo el mismo techo?

Dos bodas para navidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora