-cap. uno

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Julián Álvarez nació en el pequeño pueblo de Calchín, en Córdoba, donde el fútbol era más que un deporte: era una pasión que unía a la comunidad. Desde muy pequeño, Julián mostró un talento innato por el fútbol. A los cinco años, su padre le regaló su primera pelota de fútbol, y desde ese momento, Julián no dejó de jugar. Pasaba horas en el campo de tierra cerca de su casa, soñando con algún día jugar en un estadio lleno de aficionados coreando su nombre.

En su infancia, Julián conoció a Emilia Ferrero, una niña que vivía en el mismo barrio. Emilia era la niña mas popular de la escuela, con su pelo castaño y sonrisa radiante. Julián, como muchos otros niños, tenía un pequeño crush con ella.

Sin embargo, Emilia nunca le prestó atención.
Para ella, Julián era solo otro chico más en la escuela, alguien que siempre estaba jugando al fútbol y soñando despierto.

A pesar de la indiferencia de Emilia, Julián guardaba en su corazón la esperanza de que algún día ella notara su existencia.

El tiempo pasó y Julián siguió dedicado a su pasión. Cuando llego el tercer año de secundaria, una nueva estudiante se mudo al pueblo: Aurora Bianchi. Aurora era una chica tranquila y amable, con una sonrisa que podía iluminar cualquier habitación. Desde el primer día, Julián y Aurora se hicieron amigos. Compartían muchas clases y, poco a poco, su amistad se fue fortaleciendo. Aurora siempre estaba en la primera fila de los partidos de Julián, animándolo y apoyándolo en cada gol, en cada victoria y en cada derrota.

Durante el último año de secundaria, Julián y Aurora finalmente confesaron sus sentimientos. Fue una tarde de otoño, bajo un árbol en la plaza donde solían pasar tiempo juntos. Julián, nervioso pero decidido, tomo la mano de Aurora y le dijo cuánto le gustaba. Para su sorpresa y alegría, ella también sentía lo mismo. Desde ese día, comenzaron a salir juntos, y su relación se convirtió en un refugio de amor y apoyo mutuo.

Mientras su vida amorosa florecía, también lo hacía su carrera futbolística. Julián fue descubierto por un ojeador de River Plate, uno de los clubes más importantes de Argentina. Con solo dieciocho años, fue invitado a unirse a las divisiones inferiores del club. Su talento y dedicación lo llevaron rápidamente a destacarse, y no pasó mucho tiempo antes de que debutara en el primer equipo. Cada partido era una oportunidad para demostrar su valía, y Julián no defraudó. Sus habilidades, combinadas con su espíritu de lucha, lo hicieron destacar en el campo.

Con su éxito en River Plate, vinieron los elogios y la atención. Los ojeadores de los clubes más importantes de Europa comenzaron a mostrar interés en él. Juventus, Real Madrid, Manchester City, todos querían a Julián en su equipo. La fama y el reconocimiento llegaron de la mano, y con ellos, también llegaron cambios en su vida personal. Aunque Julián siempre había sido humilde y centrado, la atención constante comenzó a afectarlo.

Fue en medio de este torbellino de éxito y fama que Emilia reapareció en su vida.

Ya no era la niña que ignoraba a Julián en la escuela; ahora, era una mujer joven y atractiva, consciente de su encanto. Emilia comenzó a asistir a los partidos de Julián, siempre encontrando la manera de acercarse a él después de los juegos. La reaparición de su amor platónico de la infancia confundió a Julián. La nostalgia y los recuerdos de su niñez nublaron su juicio, y pronto se encontró pensando en Emilia más de lo que debería.

Aurora notó el cambio de Julián. Ella, quien había tomado la decisión de mudarse a la capital argentina para estudiar y, de esa manera, poder seguir la relación con Julián. También arriesgando su trabajo y estudios para ir a verlo cada vez que podía a Inglaterra cuando Manchester City lo compro. Las conversaciones se volvieron tensas, y la distancia entre ellos comenzó a crecer. Finalmente, en un momento de impulso y confusión, Julián decidió terminar su relación con Aurora.

𝐇𝐎𝐖 𝐘𝐎𝐔 𝐆𝐄𝐓 𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐈𝐑𝐋 | Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora