-cap. tres

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— A veces me auto chaparía el cerebro — dijo Enzo haciendo que Julian lo miré con el ceño fruncido.

— ¿Vos te drogas? — preguntó el cordobés.

El porteño lo miró mal —. Si me drogara, no estaría jugando al fútbol, genio — contesto —. Pero me vas a amar después de esto.

— ¿Que hiciste?

— ¿Viste que dicen que la Teilor tiene una canción para todo? — Julián asintió con la cabeza —. Y tenían razón, boludo. Mira — se sentó al lado del cordobés y puso su celular en el medio de los dos —, hay una canción que se llama jau yu get de gur, que traducido al español es como consigues a la mina.

Enzo se había tomado muy en serio su búsqueda de una canción de Taylor Swift para ayudar a Julián a reconquistar a Aurora. Pasó horas investigando la discografía de la cantante estadounidense, escuchando cada letra con atención y buscando la canción perfecta que pudiera servir de guía para su amigo. Después de un sinfín de melodías y emociones, finalmente dio con «how you get the girl». La canción resonó en él de inmediato; sus letras hablaban de rendición, de hacer todo lo posible para recuperar el amor perdido, exactamente lo que Julián necesitaba.

— Pensé que lo decías en joda a eso de ayudarme a recuperar a Aurora — dijo Julián.

— Rory es la chica perfecta para vos — contesto Enzo —. Y es como si la Teilor haya escrito esta canción para vos — añadió.

— ¿Y que dice la canción?

Enzo solo sonrió y busco la canción para reproducirla, también con la traducción a mano porque sabía que ni él ni Julián hacían uno solo con el inglés.

Mientras la melodía comenzaba a sonar, Enzo miraba de reojo a Julián casa tanto, ansioso por su reacción. Y a medida que la voz de Taylor Swift llenaba los oídos de ambos, Julián comenzó a absorber cada palabra, sintiendo como la letra resonaba con su propia historia de arrepentimiento y esperanza.

— ¿Así que tengo que esperar a que llueva para ir hasta la casa de Rory y rogarle de volver? — el cordobés frunció el ceño.

— A veces me pregunto si sos o te haces — Enzo rodó los ojos —. No necesariamente tenés que esperar a que llueva, anda hoy y decile — se encogió de hombros.

— ¿Vos querés que vaya hoy? — Julián lo miró como si estuviera loco —. Primero tengo que preparar algo para decirle.

— ¿Que tanto vas a preparar? — preguntó Enzo —. Que te salga del corazón.

— Vos sabes muy bien que si tengo a Rory frente mío soy hasta capaz de desmayarme, Enzo.

— Tampoco la pavada, boludo. Como dijo la canción, pasaron seis meses y vos tenías miedo de decirle lo que querías.

— Es que ni yo se lo que quería — el cordobés se levantó de su lugar, comenzando a caminar de un lado a otro en la habitación.

— ¿Vos a Rory la querés? — preguntó Enzo.

— ¿Que pregunta es esa? — Julián se detuvo y miró a su amigo —. Obvio que la quiero.

— Y decile eso, pelotudo.

— ¿Y cuando me eche en cara que la dejé por Emilia? ¿Que carajos le digo ahí?

— Que confundiste las cosas, que no estabas pensando bien — dijo Enzo —. Que se yo, boludo. Algo te va a salir en el momento.

— Dios — Julián se volvió a sentar, cubriéndose la cara con sus manos.

— ¿Le tenés miedo, no?

𝐇𝐎𝐖 𝐘𝐎𝐔 𝐆𝐄𝐓 𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐈𝐑𝐋 | Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora