Capítulo 4

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Taehyung.

–Eso fue increíble –Bang Chan no dudó en elogiarme.

Le sonreí de igual manera y me cubrí con las sábanas dispuesto a alejarme, pero él rodeó mi cuerpo desnudo entre sus grandes brazos.

–¿Por qué te alejas tan rápido? Aún nos quedan varias horas –susurró contra mi oído y su nariz me hizo cosquillas.

–Lo siento, alfa –me disculpé y permití que su mano le brindara caricias a mis piernas.

Sin embargo, el calor de hace unos momentos ya había pasado y mi único sentimiento por el alfa que me abrazaba era rechazo.

¿Por qué mi cuerpo que antes ardía en deseo se volvió tan frío de repente?

No tenía sentido.

De pronto, rememoricé una cuestión que había estado girando en mi mente.

–Alfa, ¿puede hacerle una pregunta?

Él fijo su atención en mí y espero que prosiguiera:

–¿Cuánto es el precio que usted paga por una noche conmigo?

Bang Chan giró su cabeza pensativo.

–¿Por qué quieres saberlo?

–Curiosidad –Me encogí de hombros.

–No creo que sea correcto decirte, pero es muy caro.

–¿Cuánto? –cuestioné de vuelta.

Necesitaba saber el número, necesitaba saber si realmente el precio era tan descabellado como lo hacía sonar Namjoon.

Bang Chan sacó de su bolso un papel y anotó unos dígitos. Cuando me mostró la cantidad, mis ojos casi salieron de su lugar.

–Vaya, eso es demasiado –Bajé mi cabeza decepcionado.

Namjoon tenía razón, Jungkook jamás conseguiría pagar una noche conmigo. Por su ropa, me atrevería a decir que la humildad era algo que lo caracterizaba.

–No es mucho para mí y tú, sin duda, vales cada centavo –El alfa recorrió mi figura y su boca tomó nuevamente posesión de la mía.

Mientras Bang Chan me follaba con muchas más ganas, en mi cabeza se ideaba un plan.

Si Jungkook no venía hacia mí, yo iría hacía él.

...

–¡Hora de la ducha! –Namjoon anunció a penas abrió la puerta de nuestra habitación.

Los omegas que nos encontrábamos sentados sobre mi cama saltamos emocionados y de un brinco fuimos por nuestras cosas: toallas, shampoo y demás.

Sin querer perder tiempo, los doce omegas caminamos por los pasillos en dirección del baño principal. Creo que todos amábamos este momento porque se nos permitía vagar por la mansión como si tuviéramos la libertad de hacerlo.

–Ya me urgía ducharme, el viejo con el que estuve sudaba en exceso –SeokJin sacó su lengua asqueado.

–¿Fue tan malo, hyung? –Jeongin, el omega más joven, preguntó atemorizado.

Él aún no había tenido su primer celo ya que apenas tenía catorce años y sabía que aunque conociera su destino, eso no lo volvía mucho menos aterrador.

SeokJin quiso cambiar rápidamente de actitud al notar la presencia del pequeño.

–Es decir, no fue tan malo. Ya sabes que sólo recordamos una parte del encuentro –dijo con rapidez en un intento de tranquilizarlo.

–Además tú eres hermoso, estoy seguro de que sólo te tocarán galanes como a Taehyung –completó Felix con una sonrisa.

Uy, sí, como si eso lo hiciera más disfrutable.

–O te subastarán como una vaca al mejor postor –Yoongi intercedió.

Todos lo miramos mal, pero el omega no mostraba arrepentimiento por la crudeza de sus palabras.

Luego de pelearnos por quien entraría al baño primero, dicidimos elegir basándonos en la edad así que Jeongin tomó la delantera. Namjoon abrió la puerta, sin embargo, para sorpresa del joven omega se encontró con una imagen que jamás olvidaría.

¡Jungkook estaba duchándose en esa misma ducha! Sus manos enjabonaban los músculos de su pecho y Jeongin no conseguía reaccionar. Probablemente era la primera vez que observaba a un alfa desnudo y se encontraba en estado de shock.

–¿¡Qué mierda, Jungkook!?

La exclamación de Namjoon sorprendió a Jungkook que abrió sus ojos y casi cayó al suelo al presenciar todas las miradas sobre él. En un milisegundo se cubrió con una toalla y un rubor le subió por el rostro.

Quise reírme como un loco, pero sabía que no era el momento así que me cubrí los labios, pero claro, los demás no soportaron y se carcajearon divertidos por la situación.

–Lo siento, lo siento –Jungkook repitió e hizo varias reverencias antes de marcharse con una toalla rodeándole la cintura.

Los omegas lo seguimos con la mirada y creo que los doce pensábamos lo mismo.

Bendito el omega que tenga la suerte de sabrosear semejante cuerpo.

–Chicos, el baño está aquí –Namjoon chasqueó sus dedos delante de Jeongin y él volvió a la realidad, pero su mirada se dignó a dirigirse nuevamente al pasillo por el que se había ido Jungkook.

Oh, no hermanito, consiguete al tuyo.

Aproveche que Namjoon y los omegas continuaban distraídos para seguir a Jungkook. Mis pasos me guiaron a una habitación en el segundo piso y cuando estaba a punto de tocar, Jungkook abrió la puerta.

–¿Qué haces aquí? –Jungkook me inspeccionó de arriba abajo y yo hice lo mismo.

Demonios, si antes me gustaba ahora que lo había visto sin nada, mucho, pero mucho más.

–Bonito espectáculo el de recién, te pagaría si tuviera dinero –bromeé.

Sonreí al visualizar el cabello húmedo que caía despeinado sobre su frente y el pijama color azul que no entendía porque le quedaba tan bonito.

Jamás había conocido a alguien tan adorable y atrayente al mismo tiempo. Hablo en serio, no sabía si besarle sus mejillas sonrojadas o ponerme sobre mis rodillas.

Y eso me gustaba, era algo que me había logrado cautivar desde el momento en que lo ví bajar del auto de Namjoon.

Él parecía diferente a los demás alfas que conocía.

–No deberías haber venido, te meterás en problemas.

–Eso no importa –Dí un paso en su dirección.

Él hizo lo contrario y retrocedió.

–Está bien, entonces me meterás en problemas –corrigió– .Lo siento, Taehyung eres lindo, pero tengo prohibido acercarme a ti.

Jungkook miró hacia abajo evitando encontrarse con la tristeza de mi expresión.

Aquello fue una puñalada en mi pecho, no había dolor más grande que la decepción, pero no, no iba a mostrarme derrotado.

–¿Sabes? Pensé que serías más interesante –Reí sin ganas y me dí media vuelta.

Y cuando creí que todo estaba perdido, Jungkook me tomó de la cintura y me besó con pasión.




Omega Prohibido (KookTae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora