Capítulo 6

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Jungkook.

Taehyung me había buscado.

Taehyung me había seguido el beso.

Y sí sé que dije que me mantendría alejado de él, pero eso era antes de saber que yo también le atraía de cierta forma.

Además, sólo será un poco de entretenimiento durante las pocas semanas que me quede en la mansión, tampoco es que me casaría con Taehyung.

Lo que menos deseaba era meterme en problemas con Namjoon y por eso la idea de mantener nuestros encuentros en secreto, me pareció lo más acertado.

Después de todo, que un hermoso omega como Taehyung se fije en mí, no sucede todos lo días.

–Jungkook, ¿está la cámara lista? –Taemin, el director de la sesión fotográfica, llamó mi atención.

Moví mi cabeza en un sí, pero él estaba más enfocado en su teléfono.

Nos encontrábamos en el parque a plena luz del día rodeados de cámaras, equipo de vestuario y maquillaje, entre otras cosas. Todo se veía demasiado profesional y, de nuevo, sentí que ese no era el lugar para alguien tan inexperto como yo.

La joven modelo apareció, sin embargo, para sorpresa de la mayoría seguía con la bata puesta cuando debería estar en bikini. Esto hizo enojar mucho a Taemin que amenazó con despedirla si no cumplía con el trato. Según él, debía verse deseable para la publicidad.

–No hace falta que esté semidesnuda para verse deseable –murmuré.

¿Por qué carajos dije eso?

–¿Disculpa? ¿Qué dijiste? –Taemin se cruzó de brazos.

–Yo, no, es decir...

–Es decir que estás despedido –Sonrió falsamente.

–¡Pero es mi primer día! –refuté al borde del berrinche.

–Y el último.

Molesto, le entregué la cámara que sostenía mi cuello y me dí media vuelta para marcharme, pero recordé algo.

–¡Esta es mi cámara! –Me devolví hacia él y se la arrebaté para ahora si irme de ese lugar.

Maldito Taemin, fetichista de bikinis. Me las pagaría.

Eso me recuerda que ni siquiera me pagaron, ¡demonios!

Con una mueca de decepción, ingresé a la mansión por la entrada del jardin, pero mi expresión cambió por una de felicidad al verlo a él.

Taehyung estaba en la piscina sobre un inflable de unicornio, su sonrisa resplandecía más que el cálido Sol que hacía brillar su hermosa piel.

Mis pasos, guiados por su hipnótica belleza, siguieron en su dirección y sólo ahí me percaté de que no estaba solo. Namjoon y los demás omegas estaban con él.

Mierda, ¿a caso lo seguían hasta al baño? Sería más fácil encontrar una aguja en un pajar que a Taehyung solo.

–¿Qué hacen aquí? –Le pregunté a Namjoon que reposaba en una silla reclinable y bebía un cóctel de color llamativo.

–El día estaba hermoso y Taehyung insistió en salir, no pude decirle que no –Sonrió y su mirada de adoración se fijó en el mencionado.

Aquello me hizo sentir un poco de rabia, pero no culpaba, la ternura de Taehyung era irresistible.

–Las mascotas también merecen aire fresco, ¿no amo? –Yoongi, sentado con las piernas metidas en el agua, levantó una ceja. El sarcasmo en su voz era evidente.

Omega Prohibido (KookTae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora