Me desperté en mi habitación. Cuando trate de abrir la puerta, estaba con seguro. No quería hacer fuerzas pues la cabeza me dolía mucho. Me senté en el suelo y espere ahí.
- hey, despierta, Annie - la luz me cegó y luego vi sus ojos azules.
- ¿como entraste?
- por la ventana, es que tu padre tenía un arma y pues decidí esperar en el patio - suspire y me levante con ayuda de Luke.
- no debiste haber vuelto, hubieras esperado a mañana y nada de esto hubiera pasado.
- lo siento - bajo su mirada como un niño regañado. Mordí mi labio y acaricie su mejilla.
- ya no importa, ¿sabes si mi padre salió?
- no lo se, ¿por qué no me contaste lo que pasaba?
- no hay nada que explicar, Luke - rodó los ojos al mismo tiempo que yo me acostaba en la cama.
- yo te hubiera protegido - baje la vista y palmee a un lado mío en la cama.
- ya no importa, Luke, déjalo - frunció el sueño mientras se recostaba a un lado mío
Me atajo hacia él y yo me apoye en su pecho. Sus latidos y su tranquila respiración lograron calmar mis nervios. Sentía que mi padre en cualquier momento entraría y golpearía a Luke.
Y es que no quería que lo dañasen.
- te quiero mucho, Annie, quiero verte bien - me quede muda unos instantes.
- también te quiero mucho, pero yo lo arreglare.
- seguro que lo harás - el sarcasmo era mas que notable.
- ¿que quieres decir?
- es obvio que no lo harás. Quizás por cuanto tiempo ese idiota lleva golpeándote y tu solo lo aceptas.
- puedo arreglarlo ahora.
- y no aceptas ayuda.
- quizás no quiero tu ayuda.
- seguro, Annie - y ahí estaba de nuevo.
- Luke, déjate - mi voz sonó molesta.
- y tu cállate, Annie - en un movimiento brusco junto sus labios con los míos. Esto se le hacia costumbre. Agarre los cabellos de su nuca y lo atraje hacia mi, mientras colocaba su mano en mi muslo. Movió mi pierna mas cerca.
- que esto no se te haga costumbre - murmure cohibida luego de que se alejara de mi.
- te ves bien linda cuando estas sonrojada.
- Luke.
- esta bien - un puchero se hizo presente en su cara, junto con los labios rojos, se veía jodidamente adorable.
- deberías irte - hizo una pequeña mueca pero se recostó en mi cama.
- pero no quiero, ¿quieres que me vaya? - su mirada se posó directamente con mis ojos y realmente no podía mentirle. Así que negué. El extendió sus brazos con una sonrisa y me acosté a su lado, abrazándolo.
- ¿por qué tomas este riesgo? - susurre cerrando los ojos, el simple hecho de estar en sus brazos me tranquilizaba un poco.
- porque te quiero, Annie. Y tomaría cualquier riesgo por verte bien, mereces eso, bebé - su mano acaricio mi cabello y no pude hacer mas que comenzar a llorar en su pecho. Luke era una persona maravillosa.
- gracias, Luke, gracias. Te lo diré las veces que sea necesario, también te quiero - escondí la cara en su pecho y segundos después sentí como el dejaba un pequeño beso en mi cabeza.
- como te quiero, princesa - escuche su susurro.