Así que literalmente termine en la oficina del director, sudando y con los nervios de punta.
Luke por alguna razón se había salvado. No, mentira, el hizo como si me estuviera regañando por encontrarme allí fuera. ¿No es un idiota?
Mi pie hacia un golpeteo en el suelo encerado y miraba constantemente la hora en mi celular. Solo debía esperar hasta que la campana tocara para salir y cumplir con mi castigo. No habían llamado a papá por mi conducta impecable.
Salí gruñendo a todo el mundo hasta mi casillero el cual cerré de golpe antes de caminar hasta Historia. Nuevamente antes de entrar Luke me paro.
- no me jodas, Luke - espete tratando de zafarme de su agarre, que de paso me hacia daño.
- Annie, lo siento, no puedo perder el trabajo - tire de mi brazo y acaricie levemente mi muñeca, sintiendo las cicatrices.
- vale, no lo hiciste - le aplaudí levemente y me adentre a el salón. Entendia a Luke por un lado pero por el otro estaba realmente enojada. Así que solo me senté y tome apuntes, ignorando los papelitos que caían en mi cabeza porque al llegar, todos los puestos de atrás estaban ocupados.
- Hola - un susurro a mi lado me desconcentro y mire a mi lado. Un chico con grandes gafas me miraba atento. Le sonreí débilmente. Ya la campana estaba a punto de sonar.
- Hola - me sonrió devuelta. Seguramente era nuevo.
- ¿como te llamas? - tartamudeo un poco y me pareció tierno.
- Annie, ¿y tú? - no quería parecer mal educada, ademas el era el primer chico que me hablaba ademas de Luke.
- Dylan, tienes lindos ojos - reí nerviosa y acomode mis gafas.
- oh, son comunes - ladeo la cabeza con una sonrisa y su atención volvió a su cuaderno. La campana sonó y de la nada una chica bajita apareció frente a nosotros seguida de Tamara y sus amigas.
- ¡Dylan, Dylan! - chillo levemente. Baje mi vista hasta mi cuaderno lleno de garabatos.
- ¿Si, Paloma? - su nombre era tan raro pero me gustaba. Dylan se paro y comenzó a ordenar sus cosas. Yo lo copie.
- ¿Quieres ir con nosotros, Annie? - una tierna voz me saco de mis pensamientos y allí estaba la rubia mirándome.
- Se-seguro - tartamudee por las miradas y fue cuando Luke entro. Gruñí y me coloque a un lado de las chicas con Dylan.
- Annie, necesito hablar contigo - gruño mientras observaba a Dylan.
- uh, voy con las chicas y Dylan - murmure bajando mi mirada hasta mis muñecas cubiertas por el fino suéter azul.
- ahora, Annie - demando brusco. Las chicas se sobresaltaron y me dieron una pequeña sonrisa antes de salir del lugar. Por otro lado, Dylan me observo.
- ¿nos vemos luego, Ann? - me sonroje por su apodo y me coloque nerviosa por la mirada de Luke.
- si, nos vemos - rió y salió corriendo.
- ¿Ann? - la voz de Luke me hizo despegar la mirada de la puerta.
- si, Lukey - quería alivianar el aire. Sus ojos se suavizaron.
- pequeña tramposa - Luke se acerco de a poco a mi, tan lenta y tortuosamente - me encantas.
Mi respiración se corto. Mis ojos se llenaron de lagrimas recordando las noches anteriores. Mordí mi mejilla interna ante su atenta mirada de preocupación y su mano fue a parar a mi mejilla acariciandola.
- no tengas miedo, princesa - su pulgar se movió en una caricia y una lagrima cayo - se que alguien te hace daño, pero te encontré y estoy aquí para salvarte de lo que sea.
Solté un suspiro subiendo mi mano hasta tocar la suya.
- no se si puedas - mis ojos conectaron con los suyos, tan brillantes y profundos - pero gracias.
- haré la posible para lograrlo, no me subestimes - solté una risita y el rió conmigo - princesa.
