Capítulo #8

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Narra la Caperucita Roja:

Estaba acostada en mi cama, cuando empezó a sonar mi móvil y era una llamada de mi mamá... Al 2 tono contesté...

Yo: sí
Mamá: ¿En dónde andas?
Yo: en un lugar, lejos de ustedes
Mamá: eso ya lo sé, pero en donde coño estás
Yo: no pienso decirte nada
Mamá: sabes que mañana es tu boda verdad
Yo: si lo sé, por eso me fui de la ciudad y a pasó estoy mejor sin ustedes y ese estúpido prometido que me buscaste, chao.

Le colgué ante que me dijera algo más... Necesito tomar algo y fumar me un porro, de los buenos..

Ya estaba en la cocina, tomando me una cerveza y con el cigarro en la boca para encenderlo. Al intentar prender lo, ese hombre me lo quitó de la boca y lo empezó a romper...

Yo: ¿Qué coño haces?
Él: literalmente, te estoy salvando la vida, de está maldita porquería
Yo: y quién te crees tú para hacerte el héroe, no me interesa nada, así que déjame vivir como me da la gana
Él: a ver, no me quiero poner de pesado, pero te romperé todos
Yo: si si como no...

Narra el lobo Feroz:

Cuándo me dijo eso, sentí como que me reto y no me aguante las ganas, le rompí todos, ella me miraba con una cara de quererme matarme, pero detrás de esa mirada y sus ojos me decía, gracias por quererme ayudar con esta maldita basura.

Cuándo terminé ella, se tiró al piso solo a llorar y yo me puse a su lado la cogí y la tiré en mis brazos y mi pecho, para que lloré todo lo necesario.

Caperucita roja y el lobo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora