Capítulo #33

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Narra el lobo Feroz:

Cuando se fue Katy, mi humana, se me quedó mirando raro y ya me imagino el porque. Así que la cogí del brazo, empeze a caminar para mí despacho, para hablar con ella y aprovechar, que solo aquí y mi cuarto, son las únicas habitaciones inorisada...

Yo la solté, cuando ya estábamos ahí, ella solo me miraba con la misma expresión, que antes y yo le dije———si no te relajas no hablaré...

Después de eso, me senté y esperé que ella hiciera lo suyo. Lo que me sorprendió fue, que ella, se pusiera delante de mí, se sentara arriba del escritorio y me dijo esto———bueno cuando quieras te escuchó y la cobraba abrió sus piernas y hay puedo ver todo...

Yo tragué saliva, cómo pude y respire profundo y empezé a explicar le las cosas, ella, solo me miraba cara de heritada y de disfruté a la misna vez y yo se el porque de todo eso...

Cuándo terminé de explicarle todo. La miré de arriba a bajó y la niña lo entendió, perfectamente, porque me dió una sonrisa perversa.

Me levanté de mi asiento, la empezé a besar, mis manos, por todo su cuerpo, después le quite la ropa, le metí los dedos a su canal, sin darle chance acostumbrarse y después de eso, le dí sus merecidas embestidas y le pasé mi nudo.

Caperucita roja y el lobo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora