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La luz del sol estaba comenzando a desvanecerse, dejando que la penumbra de la tarde se extendiera sobre el mundo. El limbo, en su vasta extensión, comenzaba a enfriarse con la llegada de la noche, era un momento de calma, una pausa en el ritmo incesante de las tareas que Jeno y Jaemin debían cumplir; el día había sido largo y agotador, lleno de complicaciones y desafíos inesperados que requerían la intervención conjunta de las dos representaciones de conceptos opuestos.

Jeno se encontraba en uno de los rincones más oscuros del limbo, un espacio que había adaptado para su propio confort, la frialdad que emanaba de él parecía suavizarse a medida que se acomodaba en una silla de piedra, sus ojos cerrados en un intento de recuperar la calma, aunque su apariencia se mantenía impasible, la tensión en sus hombros y la rigidez en su cuerpo revelaban un agotamiento profundo, la jornada había sido particularmente dura, y la presión de mantener el equilibrio entre la vida y la muerte estaba empezando a hacer mella en su habitual indiferencia.

Jaemin, por otro lado, estaba en el área adyacente, rodeado de una luz suave que parecía emanar de su propio ser. A diferencia de Jeno, él trataba de encontrar un respiro en la serenidad del momento, sus ojos verdes reflejaban una mezcla de cansancio y preocupación mientras se sentaba en un banco de madera, observando la luz que bailaba en las sombras, aunque estaba acostumbrado a la calidez de su rol, la constante lucha por mantener el equilibrio entre la vida y la muerte estaba empezando a afectar incluso su espíritu optimista.

Los dos se encontraron por casualidad en uno de los pasillos del limbo, un lugar que solían recorrer con regularidad pero que hoy parecía tener un aire diferente. El ambiente estaba cargado de una tranquilidad que ambos encontraban extraña y acogedora al mismo tiempo, sin embargo, la cercanía inesperada de sus encuentros hacía que la tensión entre ellos se volviera más palpable, una mezcla de agotamiento y frustración que necesitaba ser desahogada.

Jeno fue el primero en romper el silencio, su voz grave y cargada de una vulnerabilidad inusual. — ¿Cómo te has sentido hoy, Jaemin?

Jaemin lo miró con sorpresa, levantando la vista de sus pensamientos — Bueno, ha sido un día complicado, las almas atrapadas en el limbo estaban especialmente inquietas. ¿Y tú? Luces cansado.

Jeno asintió, sus ojos vacilantes mientras contemplaba el suelo — Sí, ha sido un día largo, la tensión entre la vida y la muerte parece estar en su punto máximo últimamente, veces me pregunto si estamos haciendo lo suficiente.

Jaemin se acercó lentamente, sus pasos suaves en el suelo. — A veces me siento igual. La responsabilidad de mantener el equilibrio es pesada, y a pesar de nuestras diferencias, entiendo lo difícil que puede ser.

Ambos se miraron por un momento, una conexión silenciosa y profunda que se extendía más allá de sus roles tradicionales. La lucha constante y la presión de mantener el equilibrio entre la vida y la muerte a menudo dejaban a ambos sintiéndose más solos de lo que querían admitir.

— ¿Nunca sientes que estás perdiendo parte de ti mismo en todo esto? —preguntó Jaemin, su voz suave mientras buscaba una comprensión en los ojos de Jeno — A veces me pregunto si la vida que intento preservar me está haciendo olvidar lo que es realmente importante.

Jeno frunció el ceño, sus pensamientos claramente perturbados por la pregunta — La muerte es una parte inevitable del ciclo, pero a veces me pregunto si mi papel está haciendo que olvide lo que realmente significa la vida, la soledad en la que me encuentro puede ser abrumadora.

When death falls in love with life - nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora