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—¿Son novios?
Ambos sonrieron y respondieron:
—No, solo amigos...
Makoto y Kiyotaka se miraron, sus ojos brillando con complicidad. A pesar de la pregunta, la conexión entre ellos era evidente. Había una intimidad y confianza que iba más allá de una simple amistad, pero aún no estaban listos para definirla.
Kiyotaka se ruborizó ligeramente, mientras que Makoto soltó una pequeña risa. Había una historia compartida entre ellos, un vínculo que se había forjado con el tiempo y las experiencias vividas juntos.
Aunque no fueran novios, la forma en que se miraban y se relacionaban dejaba claro que su relación era especial, única. Había una chispa, una atracción que flotaba en el aire, pero por ahora preferían mantenerse como amigos cercanos.
Quizás en el futuro explorarían esa conexión más a fondo, pero por el momento, estaban cómodos y felices con lo que tenían. Una amistad profunda y significativa que llenaba sus vidas de una manera que nadie más podía.
—Que pena, serían una linda pareja.
Y ambos volvieron a sonreír, con una creciente esperanza de que así será, en un futuro no muy lejano.
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