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Kakashi se cernía sobre el borde del tejado del edificio de apartamentos que estaba en su mayor parte en penumbra y dormido durante la noche. Por alguna razón sentía la respiración entrecortada, y la tela de su cuello estaba húmeda de sudor. No había estado tan nervioso por una tarea tan sencilla desde que era genin y acababa de ser asignado al jounin Namikaze Minato.

Lo cual era injusto, porque ese pensamiento traía a colación un cúmulo de otros.

Kaeru no era Minato-sensei. Ni siquiera era un clon de Minato-sensei como Kakashi había empezado a creer a su pesar. ¿Tan desesperado estaba por volver a ver siquiera un fantasma de su sensei?

¿Y qué significaba que viera tanto de su sensei en su alumno?

O al menos en lo que podría ser su alumno. Kakashi no estaba completamente seguro de cómo tomarse la confesión de Kaeru. Respirando hondo, Kakashi saltó desde el tejado y aterrizó suavemente en el alféizar de la ventana del apartamento de Naruto. Haciendo equilibrios entre las diversas macetas, Kakashi se afanó en abrir la ventana con cuidado. Iba a tener que hablar con Naruto sobre la importancia de mantener las ventanas cerradas. Era demasiado fácil entrar en una casa de una aldea shinobi.

"¿Kakashi-sensei?"

Naruto saltó al salón abierto en cuanto Kakashi entró en la vivienda. El chico hizo ademán de mirar por encima del hombro de Kakashi y por la ventana, como si esperara más compañía.

"¿Dónde está Kaeru-nii?" preguntó Naruto. "Le llevaste a Hokage-jiji para algo, ¿no? ¿Ha vuelto ya?"

Kakashi miró más allá de Naruto, hacia la cocina, donde dos cuencos de lo que olía a miso estaban sobre la mesa, junto a un juego de cepillos bien cuidados. Kakashi se dio la vuelta para no tener que contemplar la hogareña escena.

"Ah, lo siento, Naruto", dijo. "El Hokage necesitaba a Kaeru para algo concreto. No creo que vuelva todavía esta noche".

El rostro de Naruto cayó en un decidido mohín. Kakashi casi creería que Naruto sólo estaba enfadado porque las cosas no iban como él quería en el entrenamiento, como Kakashi le había visto hacer cuando Sasuke lo hacía mejor que él. Sería hacer pucheros... si todo el cuerpo de Naruto no se hubiera desplomado junto con su labio inferior.

"No es justo", murmuró Naruto mientras se daba la vuelta.

El hecho de que Naruto se diera la vuelta -una reacción instintiva e infantil para evitar que alguien viera su dolor- hizo que Kakashi se preguntara si Naruto actuaba a menudo de forma infantil para ocultar un dolor real. Se había dado cuenta de la aparente inmadurez de Naruto cuando conoció a su equipo, pero lo había atribuido a la falta de modelos de conducta o incluso a que llevaba sangre de Kushina. Nunca se había planteado que pudiera ser un mecanismo de defensa.

"Se suponía que hoy era nuestro día libre". Naruto dio una patada en el suelo, rozando la madera con el tacón. "No tenemos ninguna misión hasta que nos hemos recuperado de la última".

Kakashi no se había dado cuenta de que Naruto había prestado tanta atención a las normas que regían las misiones. Aun así, Naruto no tenía motivos para preocuparse por su ritmo de recuperación. Ni siquiera había resultado herido en la misión a Hakui.

"¿No se recuperó Kaeru?" preguntó Kakashi. "Parecía estar bien cuando estaba contigo y con Sasuke".

Aquella interacción había sido típica, al menos por parte de Kaeru. Cada vez que Kakashi veía al joven interactuar con su equipo, solía ser en forma de profesor a alumno, incluso de hermano mayor a menor. En aquel momento, Kakashi pensó que había sido una característica más que demostraba la conexión de Kaeru con Minato. Minato-sensei siempre había sido el mejor maestro.

Naruto - Condenados a repetir ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora