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Siguió su camino, cuadras más lejos sacó el cofre, ese cofre viejo y feo que el viejo loco le había dado, aproximándose a un lugar oscuro y silencioso se sentó. Recordó las palabras que el viejo le había dicho, comenzó a estudiar el cofre con más detalle, se percató de algo inusual en el cofre, una cerradura de lado en forma rara, la movió un poco a lo que cambió a una posición diferente de cómo estaba, comenzó a volver a mover las piezas para dejarlas como estaban, Shiloh no tardó mucho en encontrar el truco y no mucho después las piezas estaban nuevamente en su lugar, con el último toque este se abrió.

Saliendo de él, un ser parecido a un mono desprendiendo destellos dorados. El ser abrió los ojos y le habló, este nuevo ser le dijo que desde hace mucho esperaba que Shiloh abriera el cofre pues él estaba a su servicio, era la entidad del conocimiento absoluto, podría preguntarle cualquier cosa y él se lo diría, desde códigos hasta nuevas lenguas. El ser le preguntó ¿Cuál es tu propósito de vida? Shiloh respondió, él quería poder, el más grande para cambiar todo.

El ser mostró cómo hacerlo, las cosas necesarias y el cómo obtenerlas le fueron dichas, regalos olvidados en este planeta, el primero una flor especial escondida en una cueva desconocida y el segundo algo más inusual un artefacto que guarda aquello que nadie puede recuperar jamás.

Shiloh regresó a la vieja casa de Terrie, con una decisión en su mente ahora que había descubierto su propósito de vida, lucharía por su objetivo, lograría su cometido y dictaría su propia justicia.

Encontrándoselo en la cocina, platos servidos y vasos llenos estaban ya listos, se acercó a sentarse, estuvieron platicando en el lugar donde Shiloh conoció la historia de Terrie.

Los humanos invadieron su hogar, despojando a las madres de sus hijos, algunos enfermos perecieron en el lugar, otros fueron llevados para jamás ser vistos de nuevo. Terrie al ser pequeño fue llevado con otros pequeños elefantes a un lugar desolado, al ir creciendo fue testigo de cómo se iban quedando cada vez menos compañeros, conoció otros animales de diferentes especies y de igual manera en diferentes tiempos iban desapareciendo igual, algunos enojados y otros asustados relataban tiempos de paz contados por sus antepasados, donde todos vivían en tranquilidad. 

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